Dylan se encontraba entre la espada y la pared, no sabía qué hacer para que esas personas no le quitaran a su hijo. Tenía muchas opciones para casarse, porque había sin número de mujeres que querían atraparlo. Él era apuesto, carismático y un amante muy pasional, tenía una mujer en cada esquina esperando que le diera una oportunidad, pero él no quería casarse, sin embargo, por no perder a su hijo debía hacerlo. ¿A quién elegiría? ¿Quién podría ser su esposa? Era obvio que muchas querrían serlo, pero todas esas querían una relación seria con él, pero él necesitaba una mujer que estuviera dispuesta solo a casarse bajo un contrato donde no existiera nada más que el interés. —Permíteme ayudarte —dijo Nash que sabía la situación en la que se encontraba Dylan, pero este sabía que esa mujer