Capítulo 5SE hizo el silencio. Jaela lo rompió al decir: −No ha visto aún el otro álbum.− El Conde sonrió. −En otras palabras; me dice usted que no me meta en lo que no me incumbe. −Creo, Señoría, que estábamos hablando de Kathy, y por supuesto, de la Filatelia, que es un tema fascinante. −Estoy de acuerdo con usted y le pido perdón por desviarme de ambos temas. Había una nota irónica en la voz masculina que no pasó inadvertida a Jaela. Le entregó el segundo álbum diciendo: −Espero que Su Señoría no se ofenda, pero creo que no puede tener el sello que hay en la primera página. El Conde cogió el álbum de manos de ella y lo abrió. −¡No puedo creerlo!− exclamó−.¡El "Magenta de un Penique de la Guayana Británica"! ¡El sello más valioso del mundo! −Eso es lo que mi padre decía siempre.