Isa se alisó el vestido mientras se abría la puerta de la limusina. Salí, ofreciéndole mi brazo ayudándola a salir del asiento trasero. Tenía una pequeña sonrisa de confianza en su hermoso rostro mientras la prensa tomaba fotografías de nuestra llegada. Entrelazó nuestros dedos y sonrió amablemente para las cámaras. La miré con adoración, haciendo el papel de un novio cariñoso y devoto. Con la cantidad de prensa que había fuera del lugar, parecía más el estreno de una película que la inauguración de un hotel. Ella saludó y nos condujo al vestíbulo que había sido decorado lujosamente para la ocasión. —Tantas cámaras y reporteros— susurré. —Mi papá es una celebridad local ya que comenzó de la nada y amasó esta enorme fortuna. Tenía algunos inversores, pero una vez que sus hoteles despega