Esquivo y serio, esas eran las dos palabras con las que podía definir a Kellen Fisher en los meses que llevaba a su lado. Nunca habíamos hablado de nada que no fuera de trabajo, incluso su mirada me rechazaba y las veces que lo había visto sonreír solo era de manera muy retorcida o hacia esos dos perros que tenía y que los llevaba a todos lados. Pero hacia mí…no había muestra de nada, era como estar frente a una pared muy fría, helada. Podía dar detalles de cómo era, más o menos, el atractivo de Kellen, pero…si bien era muy llamativo, tenía unos ojos hermosos, era alto y elegante, daba un poco de miedo, porque había algo en su mirada y yo no sabía qué era. Lo que me causaba una curiosidad extrema, como si…se tratara de una clase de peligro muy llamativo y acogedor, como ese tipo de f