Mis pasos eran lentos, ya debía de haber tomado un taxi, pero solo seguía caminando. ¿A dónde iba? No tenía ni la más mínima idea, pero me alejaba. Firmé, Ares necesitaba de mi ayuda, él necesitaba de mi ayuda y ahora yo sería su esposa, tendría a su hijo, pero como si ya eso no fuera muy malo, me iban a pagar por hacerlo. Sentí que no podría, sentí que…al aceptar estaba perdiendo algo muy valioso, ¿qué era? Una gota de algo cayó en mi frente y solo un segundo después ya mi cara se empapaba por la lluvia, seguí caminando a pesar de eso. Kellen. ¿De qué modo tenía que decírselo? ¿Tenía que decírselo? Puede que no, eso no era nada, dejó de ser algo desde que firmé ese papel, aquel acuerdo. ¿Ahora qué? De haberlo pensado solo un segundo, un solo segundo más y no lo hago. Ahora ya