Nick POV
—¿Te mordió? —Nick preguntó sorprendido, cuando su Beta informó que había sido mordido por Ky'ra.
—Sí, estaba haciendo mi trabajo, tratando de protegerla y ponerme entre ella y los rogue. No le gustó.
—Retrocede un poco, ella es la guerrera que respalda todas las patrullas, según creo, y su loba puede cuidarse sola. Lo he visto yo mismo.
—¿Cómo retroceder? ¡Estamos hablando de la futura Luna aquí! ¡Vas a reclamarla, jefe!
La comisura de los labios de Nick se curvó en una sonrisa.
—Sí, Jeremy —recordó cómo se veía su pareja. Una cosita bonita, por la Diosa, apenas le llegaba al pecho, iba a sobresalir por encima de ella. Bueno, en el lado positivo, podía tomarla y lanzarla sobre su hombro para hacerla ir con él. Se rio para sus adentros. Ella era demasiado pequeña para causarle muchos problemas.
—Y tú no querías una pareja —Rip le resopló interrumpiendo sus pensamientos.
—Nunca dije eso, solo no la buscaba activamente —Se preguntaba cómo se llamaba. La patrulla con la que estuvo anoche solo la llamaba por el nombre de su loba, tendría que pedirle al Alfa Corey que la trajera para él por la mañana. Explicar que la había olfateado, pero también sabía que estaría de patrulla, así que lo dejó hasta que terminara el turno.
El Alfa en él respetaría eso, poniendo la seguridad de la manada en primer lugar, cuando había tantos rogue vagando por ahí. Se acostó en su cama y se quedó pensando. Qué pensaría ella de él. Su manada era una de las más grandes de la zona y su reputación le precedía y bien merecida que estaba.
Batalla alfa contra tu hermano mayor y lo matas para tomar el mando a los 25, eso te da una reputación. También ayudó que aquellos leales a su ahora difunto medio hermano Liam, quien había huido para no ser asesinado, hubieran difundido la noticia de su duelo y la exhibición de poder de Rip.
Nick se dio la vuelta en la cama y durmió hasta que salió el sol. Era agradable despertarse descansado. Se duchó, se afeitó, se arregló el cabello, se preparó para conocer oficialmente a su pareja. Sonrió, ella lo miró directamente ayer, le hizo un gesto con los ojos y la forma en que la estaba mirando. Probablemente, estaba acostumbrada a que la gente se quedara mirando a su loba y luego se sorprendieran por su apariencia. Ella y su loba eran completamente opuestas.
Estaba esperando fuera de la oficina del Alfa puntualmente a las 06:15.
El Alfa Corey lo miró de arriba abajo, levantó una ceja.
—¿A quién estás tratando de impresionar, hijo?
—Encontré a mi pareja anoche, necesitaré una presentación esta mañana. No sé quién es.
Eso captó la atención del Alfa Corey.
—¿Simplemente la dejaste ahí afuera?
—Mi Beta pasó la noche vigilándola, está bien.
—Eres peculiar, ¿sabes? ¿Qué Alfa no va y reclama lo que es suyo de inmediato? —dijo mientras entraba a su oficina. Sacudiendo la cabeza.
Nick lo siguió a la oficina.
—Ella estaba patrullando, pensé que preferirías que siguiera patrullando con todos los rogues ahí afuera, en lugar de estar en mi cama.
El Alfa Corey casi se rio de él.
—Bueno, está bien, ¿tienes una descripción?
—Voy mejor, tengo el nombre de su loba... Ky'ra, creo —Sonrió, solo podía imaginar que este Alfa no estaría muy feliz de perder a alguien como ella. Él no lo estaría si ella fuera una de sus guerreras.
—Oh, de verdad, esa loba te rastreó por el olor —El Alfa Corey realmente se estaba riendo ahora, parecía muy entretenido—. Es una terca esa.
—Estará bien, estoy seguro, y siempre que la traigas aquí antes de las 10 a.m., estaremos bien por la Diosa.
—Hmm, espero que tengas razón, ¡hijo! —Se sentó detrás de su escritorio y sonrió para sí mismo —tratemos primero con Lucinda, ¿de acuerdo?
—Sí, hagámoslo —El tono de Nick cambió instantáneamente, iba a disfrutar de tener un pedazo de esa chica. Aunque todavía estaba conmocionado por el hecho de que ella había estado sin loba hasta hace algunos meses.
Vio cómo los ojos de Alpha Corey se nublaban por un minuto. Luego se volvió hacia Nick.
—¿Se te ocurrió un buen castigo? —Todavía se notaba diversión en su voz.
—No, realmente, tenía otras cosas en mente —Su boca se torció.
El Beta, Gamma y Delta del Alfa Corey entraron corriendo y riéndose estúpidamente, empujándose y apartándose unos a otros.
—¡Jefe, por favor, dime que la apuesta sigue en pie! —preguntó emocionado el Beta Adam.
—Oh, está en pie, y hoy subiré la apuesta —El Alfa Corey se rio—. 500 dólares, ella lo mira y lo rechaza de inmediato.
Nick frunció el ceño a todos. Una vez más, estaban apostando sobre el resultado de esta chica Lucinda. No los entendía en absoluto, la mujer había arruinado su coche y necesitaba no solo explicarse, sino también disculparse con él.
Hubo un golpe en la puerta y el Alfa llamó para que entraran. Para su sorpresa, su pareja entró en la habitación, su boca se torció de un lado. Bueno, entonces tratemos con ella primero, ella había dado tres pasos dentro de la habitación antes de detenerse. La observó echar un vistazo a la habitación, frunciendo el ceño y cuando sus ojos se encontraron con los suyos. Un hermoso color marrón dorado, él le sonrió directamente, su sonrisa de 1000 vatios, que literalmente había visto, podía hacer que las lobas se tambalearan de rodillas.
Vio cómo se le inflaron las fosas nasales mientras su aroma la llenaba y, para su sorpresa, ella no le devolvió la sonrisa, de hecho, lo miró con furia, parecía enojada. Alpha Corey interrumpió su reunión.
—Lucinda, estás aquí.
Los ojos de Nick se abrieron de par en par al escuchar su nombre, no podía ser, pensó. Sus ojos se movieron hacia Alpha Corey, ese bastardo lo sabía. En cuanto había mencionado el nombre de su loba, lo había sabido, sus ojos volvieron a su compañera.
—¡No puede ser! —ella gritó dentro de la habitación y luego se dio la vuelta y salió enfadada, cerrando la puerta de un portazo.
Alpha Corey y toda su Unidad Alpha estallaron en risas, su Gamma se tambaleaba mientras se sostenía el abdomen. Debe haber informado. Esa era la razón por la que todos ellos habían irrumpido en la habitación, esperando la apuesta y aumentando el juego. Un montón de bastardos, todos ellos.
Nick los miraba, más que desconcertado. ¿Qué demonios acaba de pasar?
—¿Qué…? —dirigió su mirada hacia los hombres en la habitación.
Alpha Corey dejó de reír.
—Lo siento, hijo, parece que vas a tener mucho trabajo por delante con Lucinda. No te ayudó mucho llamarla mestiza.
Rip estaba más que enfadado. Aunque Nick no podía decir con quién. Claramente, solo tenían ellos mismos para culpar. ¿Acaso ella los acababa de rechazar? No lo pensaba así, no sentía ningún dolor atravesándolo. Había presenciado más de unos cuantos rechazos en su vida, su padre lo hizo, sus dos hermanos lo hicieron. Causaron dolor físico real a ambas partes involucradas.
No, ella solo estaba sorprendida, al igual que él. Tendrían que intentarlo de nuevo. Frunció el ceño.
—Supongo que sí —asintió—. Quizás necesite algunos días más en tu manada, Alpha Corey.
—Concedido, eso será más divertido para nosotros —se rio.
—¿Todo es una broma o una oportunidad de apuesta aquí?
—Ah, solo tienes que aprender a relajarte, hijo.
—Si no te importa, preferiría que no apostáramos sobre cuánto tiempo te llevará hacer que ella cambie de opinión —se rio el Beta Adam.
—Me importa, j***r, de hecho.
—¿Qué tal tu coche, Nicholas? ¿Cómo te gustaría que castigara a tu compañera, la futura Luna de tu manada?
Nick se frotó las sienes. Maldición, su compañera lo hizo.
—Supongo que no estamos en ese punto. Aun así, espero que su manada pague por los daños. Sucedió bajo tu vigilancia.
—Claro, lo deduciré de su sueldo.
Nick lo fulminó con la mirada, esto se convirtió en una pesadilla.
—¿Qué?... de todas formas iba a hacerla pagar —sonrió Alpha Corey.
No tenía ni idea de qué hacer en este momento. Jeremy iba a disfrutar con esto. Por otro lado, sabía dónde vivía ella y eso ayudaba.
—Creo que ella necesita un minuto, hijo —volvió a intervenir Alpha Corey.
—Yo también —murmuró.
—¿La vas a rechazar? —El tono de Corey de repente se volvió completamente serio, toda la diversión había desaparecido de su voz. El ambiente en la habitación se volvió de repente muy serio. Todos los ojos estaban puestos en él. Ya no había bromas en ninguno de ellos.
—No. Reclamaré lo que es mío. Tú y yo deberemos sentarnos a tener una conversación adecuada al respecto.
—De acuerdo —asintió James—. Voy a decírselo a Gabby.
Nick observó cómo Corey despedía al Gamma.
—¿De quién es hija?
—No es de ninguno de nosotros —respondió Alpha Corey.
—¿Su familia?
—Fallecida.
—¿¡Qué!? ¿Todos ellos? —frunció el ceño.
—Excepto por sus hermanas gemelas, sí.
Era mucho para asimilar.
—Tengo que hablar con mis hombres —dijo y salió de la habitación.
Realmente necesitaba un momento para asimilar la noticia.