Capítulo 9

2682 Words
Nick POV Había salido a estirar las piernas con su Beta cuando doblaron la esquina de la casa de la manada, Rip se abrió paso a la superficie. Giró todo su cuerpo y atención hacia los terrenos de entrenamiento de las manadas, allí estaba ella, completamente preparada de nuevo, aún no podía ver cómo lucía. Para su sorpresa, tenía dos pequeñas protegidas con ella. «Ah, por eso están tan cerca de ella», pensó para sí mismo, ella es su entrenadora. Jeremy se apoyó en la pared junto a él. —¿Sólo soy yo o todas las lobas alrededor aquí son super pequeñas y adorables? —Sólo son tus hormonas enloquecidas —respondió Nick, pero cuando lo pensó, la Luna era pequeña. Al igual que la pareja del Gamma. Sabía que la mestiza era pequeña y esta mañana incluso el equivalente humano de Ky'ra también era pequeña. Tal vez su Beta tenía razón. —Probablemente, deberías dejar de llamarla así —dijo Jeremy a través del enlace, mientras observaban cómo la chica se volteaba y apuntaba una flecha directamente hacia él, desafiándolo a llamarla mestiza de nuevo. Nick no se había dado cuenta de que lo había dicho en voz alta, pero claramente lo había hecho. Observó cómo ambas protegidas la seguían. Estaban muy bien entrenadas, dudaba que tuvieran el poder para alcanzarlo desde aquí. Pero sabía que ella sí lo tenía y la había visto tensar esa flecha hasta la máxima potencia de su arco compuesto, la alcanzaría. No había duda al respecto y ella lo sabía también. Jeremy había frenado su instinto natural de aceptar el desafío. Observó cómo ella giraba su arco y apuntaba hacia el campo de entrenamiento, sin apartar la mirada de él, y dejó volar su flecha. Golpeó el objetivo al final, prácticamente en el centro. Le estaba demostrando lo bien entrenada que estaba. —No creo que quieras meterte con esta, jefe —dijo Jeremy a través del enlace. La observó durante otro minuto y luego se alejó. Ya había asustado a las gemelas una vez, no creía que pudiera salirse con la suya una segunda vez, y es probable que la loba le diera la vuelta, parecía no importarle que él fuera el Alfa. Tendría que encontrar a esa chica a solas antes de irse, pero parecía que solo aparecía con las dos niñas. Así que probablemente no sería fácil. Probablemente, tendría que solicitar una audiencia con el Alfa Corey antes de irse mañana por la mañana. Apostaba a que toda la unidad alfa estaría presente, considerando que apostaban a que ella intentaría llevarse un pedazo de él. Parecía que podrían tener razón, ella no parecía temerle por lo que podía ver. Pero con esa arma en sus manos y cubierta de cuchillos, no le sorprendió en absoluto. Probablemente, también sabía que estaba segura con las niñas alrededor. Podría esperar por ahora. Nick no tenía ganas de la noche y mejor si la Diosa no tuviera planes para él, tenía un pez más grande que freír y no necesitaba la distracción de encontrar una pareja en medio de eso. Pero Rip había estado actuando de manera extraña todo el día. Observaba a esa loba Ky’ra y su humano, gruñía a su Beta por los comentarios sobre su cuerpo. Luego se había adelantado y había mirado fijamente a la loba Lucinda también. Ambas veces sus orejas estaban en alto y había intentado olerlas. Lucinda nunca había estado lo suficientemente cerca como para que ellos captaran su olor. Nick no tenía idea de qué pasaba con Rip. Pero estaba rondando en la mente de Nick, moviendo su cola de un lado a otro, estaba agitado, eso era seguro. —Rip, ¿qué pasa? —le preguntó por enésima vez hoy. —Nada —gruñó en respuesta esta vez. —Cansado hoy, veo. —Demasiadas lobas. Lo que sea que estuviera tratando de oler estaba siendo bloqueado, obviamente por todas las lobas sin aparear, y el olor de su excitación alrededor de él. —¿Qué tal si salimos de esta manada y aclaramos tu mente? —Vamos —Rip estuvo de acuerdo. Nick informó a Jeremy que iba a dar una vuelta en auto, para alejarse de todo el olor del baile de apareamiento. —De acuerdo, jefe. Yo cuidaré de nuestra manada. A Nick no le apetecía estar aquí cuando la luna se pusiera, y parecía que Rip tampoco lo deseaba. Se dirigía hacia su auto, bajando las escaleras de la casa de la manada, cuando Rip detuvo su cuerpo y se lanzó hacia adelante. El viento soplaba hacia ellos, había avistado a Ky’ra saliendo de su casa. —Mía —Rip gruñó de repente en la mente de Nick. —¿Qué? —Mía. Nick inhaló profundamente y, diosa, pudo oler su aroma, llevado hacia él por el viento que soplaba, miel, Jengibre y otra inhalación, Lavanda. Diosa, ella era su pareja. La luna aún no se había puesto, pero ambos lo sabían, observaron cómo la loba desaparecía en el bosque dirigiéndose al este, probablemente a patrullar. Ella no lo sabía aún. No era de extrañar que Rip estuviera raro todo el día, había estado tratando de rastrear con su olfato a su pareja todo el día, e incluso esta mañana, pero no había podido. —Jeremy, ve al frente de la casa de la manada AHORA —prácticamente gritó la última palabra a través del enlace. Jeremy apareció en tiempo récord, claramente escuchando la urgencia en el tono de su Alfa. —¿Qué pasa, Nick? —Acabo de encontrar a mi pareja. —¿En serio? —ya estaba buscándola a su alrededor, buscando a la loba en cuestión—. ¿Dónde? ¿Ya se fue? Diosa, Nick, ¿la asustaste? —preguntó, aunque sólo medio en broma. —La luna aún no se ha ocultado, ve a protegerla. Es el lobo gris de esta mañana, Ky'ra. Jeremy se rio ahora —No me extraña que Rip me haya gruñido. Nick señaló en la dirección hacia donde había ido Ky'ra —Supongo que fue hacia la patrulla del este. —Bien, ¿no vas a ir? —No, lo resolveré mañana. —¿Estás seguro jefe? Si ella no te detecta, podrías perder tu oportunidad. —Está bien, lo sé ahora. Eso es lo único que importa. —De acuerdo, si lo dices tú, jefe —. Jeremy sacudió la cabeza, pero ya estaba quitándose la ropa, recibió un silbido de algunas lobas que se dirigían hacia aquí. Se dio la vuelta y les sonrió, se tomó un momento para mostrar todos sus músculos, maldito, pervertido, luego se transformó justo frente a ellas y se adentró en el bosque. Nick recogió la ropa de su Beta y se dirigió hacia su auto, aún quería alejarse del olor que lo rodeaba. De todos modos, no podían hacer nada en cuanto a su pareja hasta que la luna se ocultara y faltaba más de una hora para eso. Sacó su teléfono mientras caminaba y revisó la fase lunar, sonrió para sí mismo. Tenía toda la noche y parte de la mañana para resolverlo, parecía que la fase lunar no cambiaría hasta casi las 10 am, bien. Mientras caminaba alrededor de su auto, sus ojos se posaron en las marcas de garras que estaban arañadas por toda la puerta del conductor y a lo largo de ella hasta la portería trasera, el tirador de la puerta del lado del conductor también estaba aplastado.  —Qué demonios —La indignación hervía dentro de él, esto era justo lo que necesitaba. Probó el tirador, pero la puerta no se abrió. Abrió la puerta trasera y arrojó la ropa de Jeremy allí, cerró la puerta de un portazo. Tomó media docena de fotos de los daños y se dirigió de vuelta a la manada de Half Moon, a la casa de la manada en busca del Alfa, al menos no tenía que preocuparse de encontrar una pareja, él ya tenía una. Exigiría que el Alfa Corey encontrara al culpable y lo llevara ante él, pronto conocerían el miedo. El Alfa Corey fue fácilmente encontrado, sentado en una mesa, esperando a que la luna se ocultara. Observando la ceremonia de apareamiento con su Luna a su lado, y su Unidad Alfa justo allí.  —Alfa Corey, necesito hablar contigo —su tono estaba lleno de molestia, había contenido su ira, no quería que el Alfa de la manada pensara que estaba buscando una pelea. —¿En qué puedo ayudarte, hijo? —preguntó sonriendo. A Nick le molestaba la palabra: hijo, el hombre podía ser mayor que él, pero Nick no era su hijo. Le entregó su teléfono.  —Ese es mi auto. Lo encontré así. La sonrisa del Alfa Corey se convirtió en una profunda fruncida. —Lo siento —asintió y le devolvió el teléfono—. Déjame echar un vistazo, ver qué puedo averiguar. —Oh, puedo pensar en una persona en esta manada que pudo haberlo hecho, esa mestiza tuya. El Alfa Corey levantó una ceja ante Nick. —Ahora, ¿por qué creerías que la joven Lucinda lo haría? ¿Ni siquiera la has visto aún, verdad? —En realidad —dijo Nick mientras se dirigían a través de la casa de la manada—, la vi esta tarde, me apuntó con su arco. De nuevo —pronunció la última palabra con irritación. El Alfa Corey suspiró y sacudió la cabeza. —¿La insultaste llamándola despectivamente mestiza otra vez? Nick frunció el ceño y cuando no respondió, el Alfa Corey le levantó una ceja. Se detuvieron afuera y él miró el auto. —¿Lo hiciste?— preguntó repitiendo la pregunta sin respuesta. —Sí, pero fue un accidente, tenía la intención de decirlo internamente —se encogió de hombros. —Hmm, parece que tu auto está dañado. —No jodas —Nick gruñó, enfadado por su actitud aparentemente indiferente. —Educación, muchacho. Soy mayor que tú y no he necesitado liberar a mi bestia en mucho tiempo. No le gusta tu tono, solo para que lo sepas. —¿Qué vas a hacer al respecto? —preguntó Nick tratando de contener su ira. No quería una pelea entre alfas y que su pareja lo viera en desacuerdo con su alfa, especialmente siendo una de sus guerreras más altamente clasificadas, probablemente no saldría bien. El Alfa Corey se frotó la barbilla pensativamente y luego suspiró. —Supongo que le preguntaré a ella —luego se volvió y volvió a entrar en la casa de la manada. Nick lo seguía de cerca. Esperó pacientemente mientras el Alfa Corey revisaba lo que parecía ser documentos de roster.  —Ah, ella está en patrulla fronteriza esta noche, la enlazaré para que venga aquí, espera un minuto, por favor. No fue una conversación larga, pero Nick pudo darse cuenta por las diferentes expresiones faciales que cruzaron el rostro del hombre que no estaba contento y que la conversación no se desarrollaba como pensaba. Cuando sus ojos regresaron a Nick, se frotó la cara y negó con la cabeza. —No puedo quitarla de la patrulla esta noche, habrá más lobos rebeldes con la ceremonia de apareamiento en pleno apogeo, pero ella accedió a venir directamente después de la patrulla. —¿Lo admitió? —gruñó prácticamente. —No exactamente. —¿Qué significa eso? No exactamente, o lo hizo o no lo hizo —Esta manada era exasperante. —Lucinda no lo hizo, pero es probable que su lobo se haya ofendido y haya causado el daño. Por supuesto, pagaré para que lo reparen, que quiten la puerta lo primero en la mañana y la reemplacen en 24 horas. La pintura podría llevar algunos días. —¿Es su lobo tan irrespetuoso con todos los alfas? —No, solo contigo, parece —el hombre realmente medio rio. Nick lo miraba con furia.  —¿Ni siquiera la vas a castigar? Arregla la puerta, yo me encargaré de que pinten en mi manada. —Por supuesto que lo haré, puedes sugerir un castigo adecuado y yo decidiré si es justo, pero recuerda que tú la faltaste al respeto primero. —Eso es una tontería, ella empezó esta pequeña guerra, ese día puso una flecha a dos pulgadas de mi ojo. —Agradece que no te la clavó en el ojo. Debió estar de buen humor ese día —se rio el Alfa Corey. —¡Disculpa! —Nick estaba ahora enojado. ¿Cómo puede una maldita loba salirse con la suya tantas veces? Su cerebro hacía clic ahora. Oh, probablemente era su hija, pensó Nick. Genial, una Alfa hembra rebelde. —Lucinda no se equivoca, entrenaba 6 horas al día, 6 días a la semana durante años para llegar a donde está ahora. Esa flecha a dos pulgadas de tu ojo fue un disparo de advertencia, que creo que nunca viste venir. Por lo tanto, si hubiera querido matarte. Tú, hijo, no estarías aquí de pie, estarías muerto en este momento. ¿No crees? Nick ya sabía esto, simplemente no le gustaba, pero sabía que era verdad. Muy bien podría haber muerto ese día y eso lo enfureció. ¿Cómo no los había visto? Sabía que todos sus olores habían sido disimulados, al igual que los de su equipo, pero no la había visto en absoluto. Pero ella a ellos sí, y le molestaba de sobremanera, que sí, la condenada loba en cuestión, lo había vencido ese día. Metió su propio cuchillo justo a través de su propio zapato, entre sus dedos del pie, ella era malditamente buena y lo había estado provocando para divertirse probablemente. Él había planeado eliminarla ese día con su espada. Solo para que ella se apartara y la dejara pasar. Perdió su objetivo, y eso simplemente nunca malditamente sucedía. —Sin mencionar en ese momento. También, sin lobo — el Alfa Corey ahora sonreía ampliamente. —¿Qué? —Sí, Alfa Nicholas, fuiste vencido por una hembra sin lobo. Y creo que ella todavía está ganando esta guerra que tienes. Tú aquí adentro enojado y ella allá afuera, riendo completamente divertida. —Espera un momento, sin lobo, ¿pero si su lobo rayó mi auto? —estaba muy confundido, ¿no había dicho el Alfa Corey que ella había estado entrenando durante años para ser tan buena? —Sí, hijo, obtuvo a su lobo hace unos meses. De hecho, la luna llena después de tu pequeño encuentro, creo recordar. ¿Cómo pudo ser vencido por una hembra sin lobo?, estaba completamente atónito. Su enojo había desaparecido por completo, su sorpresa ante esta pequeña información lo dejó casi sin palabras.  —¿A qué hora en la mañana? —preguntó, aun frunciendo el ceño ante la información. —06:30, para cuando ella llega. —Estaré aquí a las 06:15, entonces —salió de la oficina, maldita loba, ni siquiera había sido una loba ese día. Se comunicó con Jeremy. —Esa mestiza arruinó mi auto, lo rayó y rompió la manija de la puerta del conductor. —Probablemente, deberías dejar de llamarla mestizo, entonces, jefe —él respondió riendo. —¿Cómo está mi pareja? —Bien, te lo haré saber si necesitamos ayuda, me uniré a la patrulla y pelearé junto a ella jefe. ¿Cuándo vas a ir a reclamarla? —Mañana, si ella está en la patrulla, probablemente necesita estar allí y por lo que vi ayer, dudo que le impresione que tratemos de reclamarla en medio de ataques de los rogue. —Está bien —sonaba dudoso. Nick regresó a su habitación y se dejó caer en la cama. Rip acechaba en su mente, aunque parecía estar bien sin correr a reclamar a su pareja. Por otro lado, ella era una guerrera de alto rango y eso significaría un heredero fuerte que produciría. Al menos no era una princesita remilgada que estaría holgazaneando todo el tiempo. Probablemente, querría salir de patrulla y eso estaba bien para él. Mientras produjera un heredero, no le importaba lo que hiciera después.
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