Esa noche, me acosté temprano, pensando en todo lo que me dijo el hechicero.
Antes de irme a la cama, busqué en uno de los cajones el colgante y me lo puse, pensando si sería cierto lo que me dijo aquel hombre.
Me acosté en la cama, con una mano en mi pecho agarrado el collar y después de estar un rato despierta, me dormí cayendo en un profundo sueño.
Pensé que todo iba a ser igual, pero cuando desperté me llevé una sorpresa. Me encontraba en mi habitación, no podía creer lo que había pasado, miré asombrada mi alrededor como si nunca la hubiera visto, pensé que era un sueño, pero todo se veía demasiado real para serlo.
Bajé de la cama con una gran euforia, quería ver a mi madre y todo lo que me rodeaba.
Fui hasta la cocina donde se encontraba preparando el desayuno y la abracé con fue
