01

2780 Words
Suspiró con una sonrisa mientras se acomodaba, ya que sus rodillas comenzaban a doler un poco, pero realmente no quería apartarse de la ventana. Sabía que su padre podría llegar a regañarlo por desobedecer, pero no podía romper la promesa que le había hecho a Dongjun. En ese momento su mejor amigo se encontraba en otra habitación del castillo, recibiendo sus clases sobre temas que, al parecer, él no podía conocer. Su padre le había dicho que solamente le darían dos clases a su amigo de esa clase misteriosa, pero que él no las tomaría al no corresponderle realmente, pero que tomaría algo similar la semana siguiente. Claramente la curiosidad había golpeado su pequeño cuerpo sin remedio, en especial porque todo se llevaba a cabo con mucha discreción, por lo que no pudo evitar el preguntarle a su mejor amigo sobre el tema de la clase. “No lo sé, mis papás me dijeron que la maestra me explicaría sobre los temas, pero no sé” Esa fue la única respuesta que pudo obtener, ya que, aunque intentó sobornar a sus mayores y padres de su mejor amigo, no había logrado saber nada, por lo que perdió las esperanzas y dos de sus chocolates favoritos. ― ¿Estás aburrido? ―preguntó en un susurro muy silencioso, moviendo su boca con exageración, para que el castaño pudiera leer sus labios y saber lo que le preguntaba desde la distancia y el silencio. Dongjunie soltó risitas pequeñas mientras veía de reojo a su maestra, quien estaba revisando su maleta mientras el pequeño veía las ilustraciones que ella le había entregado o al menos eso pensaba ella que el pequeño estaba haciendo. Asintió con la vista en la pequeña ventana que tenía la puerta en la parte superior, en donde podía ver el rostro del pequeño príncipe, haciéndolo sonreír con ternura. ―Ya falta poco―volvió a susurrar, haciendo que el castaño asintiera rápidamente, retomando su vista en las ilustraciones, porque la maestra se había dado media vuelta también. Sehun soltó una pequeña risa también, manteniendo sus manos aferradas en la puerta, no teniendo intenciones de bajarse del mueble que con dificultad había empujado para poder subirse y ver por la pequeña ventana, no al menos hasta que viera que la clase estaba por terminar. Sin embargo, Jiho se vio bastante sorprendido cuando entró al pasillo en donde estaban los salones para los niños, sonriendo cuando vio que su hijo había hecho tremendo banco de muebles para poder ver a su mejor amigo, pensando que su niño no tenía remedio. ― ¿Se puede saber qué hace mi príncipe sobre un mueble mientras espía una clase? ―preguntó con voz suave, no queriendo asustar demasiado a su pequeño cachorro, pero viendo que el menor igualmente se había sobresaltado. ― ¡Papá! Me asustaste―hizo un pequeño puchero, sintiendo su corazón latir a mil ante el susto, haciendo que el omega sonriera y se acercara a él. ―Lo siento, mi vida. Pero ¿Puedes contestar mi pregunta? ―estiró sus brazos, tomando a su cachorro del torso para cargarlo, empujando el mueble con su cadera. ―Es que le prometí a Dongjunie que lo acompañaría en su clase, aunque sea por la pequeña ventana, porque él estaría aburrido―comentó con sinceridad, tomando entre sus manos la gargantilla que su padre omega estaba utilizando, acariciándola mientras le contaba―Entonces moví ese mueble y me paré sobre él, así podía saludarlo por la ventanita ¿Hice mal? El rey omega dejó a su hijo sentado sobre el mueble, quedando frente a él mientras tomaba sus manos. ―Tus intenciones son buenas, mi cachorrito, pero sabes que no debes espiar cuando se te ha dicho que no lo hagas ¿Comprendemos el por qué espiar es incorrecto? ―preguntó, sonriendo cuando el menor asintió sin pensarlo demasiado, porque sus padres siempre le explicaban muy bien cuando se equivocaba en algo―Bien, ahora que sabemos que no es correcto espiar, también debemos tener cuidado cuando nos subimos a objetos que no están hechos para que alguien se suba ¿Qué pasaría si te hubieras caído? Sehun vio que, en ese momento, estaba sentado sobre el mueble, pero su padre omega no parecía tener problema con eso, por lo que surgió una nueva duda. ― ¿Entonces está mal que esté sentado ahora en el mueble? ―preguntó con reales ganas de saber la respuesta. ―No tanto, porque yo estoy aquí contigo y cuido de que nada malo te suceda, sabes que si tus papás estamos contigo, es más fácil cuidarte, pero cuando estás solo, hay muchos peligros―explicó, haciendo que el menor asintiera, satisfecho con su respuesta― ¿Comprendimos por qué no debemos espiar y menos subidos sobre un mueble? ―Sí, papi. Entendí y gracias por ayudarme y mover el mueble, es pesado―se estiró un poco para poder dejarle un beso en la mejilla a su padre, haciendo que el pelinegro sonriera y lo tomara en brazos nuevamente. No le importaba que su hijo ya tuviera cinco años, a él le gustaba cargarlo de vez en cuando y abrazarlo hasta que se durmiera, era algo que no podía dejar de lado a pesar de tantos años y el crecimiento corporal de su niño. En especial porque para Sehun no era molestia en absoluto, él amaba ser abrazado de esa forma por sus padres y no le daba vergüenza alguna de que alguien los viera de esa forma, por lo que todos salían ganando. ―No es nada, amor. Por cierto, iremos a comer al patio para la merienda y pedí que prepararan una mesa para ustedes debajo del manzano, como les gusta―sonrió el mayor mientras acariciaba la mejilla de su hijo, sabiendo que este se iría con su mejor amigo tan pronto como saliera de clases―Pero, después tienes que ir con papá para revisar los deberes y Dongjunie irá con sus padres también para ver cómo le ha ido. ―Bien papi ¿Tú no irás a ver mis deberes también? ―preguntó, ya que aunque le gustaba estar con su mejor amigo, también amaba estar con sus papás, por lo que podía dividir su tiempo perfectamente para todo. ―No, mi vida. Tengo que hablar con el rey de Daegu, vendrá al reino en unos días para el festival de verano y traerá a sus cachorros también―aquellas palabras hicieron que el príncipe mostrara una mueca, no conforme con la información recibida, más que todo por los príncipes mellizos―No hagas esa carita. ―Es que los mellizos no me agradan mucho―confesó con algo de pena, haciendo que Jiho se sorprendiera, porque realmente no pensó que se llevaban mal. ― ¿Por qué no te agradan? En ese momento, Dongjunie salió del salón de clases con una enorme sonrisa, haciendo que el príncipe colocara su atención completamente en el castaño, quien estiraba sus brazos para que bajara. ― ¡Jiho hyung! La clase ya terminó―habló el menor, haciendo que el adulto sonriera, dejando un último beso en la mejilla de su hijo, para después bajarlo―Fue un poco aburrida, pero creo que aprendí―susurró aquello, esperando a que su maestra no haya escuchado aquello, haciendo que Jiho soltara una risita. ―Eso es lo importante, cariño. Pero intentaremos que las clases sean un poco más entretenidas. Bajó a su hijo para que pudiera mantenerse la lado del castaño, ya que sabía que terminarían caminando juntos hasta la oficina donde estaba Haneul y Juwon, para que pudieran ir a revisar sus deberes y avances por separado. No les importaba mucho el revisar las cosas juntos, pero sabían que los niños se distraerían demasiado entre ellos y no prestarían atención a las preguntas de sus padres, por lo que no era, muy conveniente. ―Vamos a la oficina, sus padres están ahí y entre más rápido terminemos de revisar los deberes, más rápido podremos ir a comer todos―habló con una sonrisa, los niños comenzando a caminar delante del adulto, ya que sabían el camino a la perfección. Cuando llegaron a la oficina ambos alfas los vieron con una sonrisa, ya que había recibido el avance mensual de los niños, por lo que no tenían cosas negativas de las que hablar, al menos no mucho, siendo un par de cosas las que tendrían que conversar. ―Hola pequeños, qué bueno verlos por aquí―saludó Haneul, haciendo que ambos se pusieran ligeramente nerviosos. ― ¿Estamos en problemas? ¿Salimos mal en las notas? ―preguntó Dongjunie mientras intentaba espiar algo de las hojas que tenía su papá entre sus manos, pero no logrando ver mucho. ―No, no están en problemas. Pero sí tenemos que hablar de otras cosas, así que no se preocupen y vámonos, que podrán verse de nuevo en la comida―Juwon se levantó de la silla y se acomodó la camisa, dándole una sonrisa a Sehun y Jiho antes de salir, alborotando el cabello del más pequeño antes de tomar la mano de su hijo y salir―Di hasta pronto, mi vida. ―Hasta pronto, hyungs y Sehunie―terminó de despedirse, haciendo que solamente la familia real quedara en la oficina, por lo que podían comenzar a hablar. ―Bueno, vengan acá―pidió Haneul con una sonrisa, haciendo que ambos menores se acercaran, Jiho sentando al cachorro en una de las sillas grandes, para que pudiera estar a la altura del escritorio y ver los papeles entregados. ― ¿Tuve buenas calificaciones? ―preguntó ligeramente apenado, no porque pensara que sería castigado o algo similar, sino porque no quería decepcionar a sus padres con su bajo desempeño, si es que era malo. ―No, amor. De hecho tus calificaciones de las pruebas y tareas son muy buenas, por lo que te felicitamos, cachorro―le alivió con una gran sonrisa, mostrándole a su hijo la hoja con las calificaciones, en donde se lograba ver sus buenos resultados―Pero en donde debemos hablar, es en tu conducta. Jiho ya había leído el reporte de conducta anteriormente, por lo que sabía a lo que su alfa se estaba refiriendo, no siendo nada grave, pero algo que debían regular, para el bien de ambos niños. ―Sabemos que tener clases con tu mejor amigo es algo que te gusta ¿Verdad? ―preguntó Jiho, haciendo que el cachorro asintiera, viendo a su padre omega―Pero los maestros nos han reportado que hablas demasiado durante las clases y te distraes por jugar con Dongjunie, lo que sabes, es una falta de respeto para tu docente ¿Comprendes lo que te quiero decir? Sehun apretó sus manos con vergüenza, asintiendo sin pensarlo demasiado, pero sabiendo que había faltado el respeto a sus mayores y que claramente no debía, además de que les habían entregado un reporte negativo a sus padres, no siendo algo bueno para sus primeros tiempos de estudio. ―Sí, yo comprendo y le pediré perdón a los maestros. Ambos padres sonrieron encantados, apartando los papeles. ―Nosotros amamos verte divertirte con Dongjunie, pero debemos separar los tiempos de estudio con los de juego o tendremos que separarlos durante las clases―el omega tomó las manos sobre su hijo entre las suyas, haciendo que el cachorro se calmara―No queremos llegar a eso, por lo que te pido que intentes hablar con tu amigo después de las clases o cuando los maestros les den tiempo libre para compartir ¿Sí, amor? ―Sí, está bien. Gracias, papás por no separarnos por la observación de los maestros, intentaré mejorar―se comprometió con una bonita sonrisa, haciendo que Haneul soltara una risita y tomara a su hijo de la silla, para levantarlo. ―Bien, iremos a comer entonces y luego a bañarse y prepararse para ir a la cama ¿Les parece bien? ―preguntó el alfa para ambos menores, quienes comenzaron a asentir al mismo tiempo, logrando que el alfa sonriera enternecido―Bueno, vamos. ··· ― ¿Tus papás te regañaron? ―preguntó en voz baja, dando una pequeña reverencia y un “gracias” al recibir su comida, al igual que Dongjunie. ―No, porque tuve buenas calificaciones. Solamente me dijeron que tenía que ser más cuidadoso con la conducta, porque hablamos mucho en clases―susurró igualmente, tomando su vaso para tomar un sorbo de jugo. ―A mí me dijeron lo mismo, pero es divertido hablar contigo, en especial cuando la clase se pone un poco aburrida―apoyó mientras tomaba su tenedor, para comenzar a picar la carne que les habían partido para ellos―Yo creo que podemos pedirles a nuestros padres que nos dejen jugar más después de las clases y así podemos hablar lo que no pudimos en clase. El castaño sonrió sin abrir la boca mientras masticaba, asintiendo rápidamente, haciendo que sus rizos saltaran ligeramente por el movimiento. ―Aunque papi me dijo que tendría que pasar un poco más de tiempo en casa, así que no estoy seguro si nos dejarán―tragó, viendo de reojo a sus padres, quienes comían tranquilamente mientras hablaban con una sonrisa―Dijo que podemos jugar, pero que tenemos que hacer un horario. El príncipe detuvo sus movimientos al escuchar aquello, no comprendiendo del todo. ― ¿Otro horario? ¿Te pondrán más clases? ―preguntó con angustia, haciendo que el castaño negara rápidamente. ―Papi dice que un horario para estar en casa, con papá omega, porque papá alfa trabaja hasta la tarde―asintió, sabiendo que había logrado explicarse―Porque papi omega solo trabaja en las mañanas y quiere que le haga compañía por las tardes. Sehun entendía de mejor manera lo que su mejor amigo quería decirle, pero no podía evitar el sentirse mal, porque realmente le gustaba estar con Dongjunie. ― ¿Y tú no quieres seguir pasando todo el día conmigo? ―preguntó tímido mientras daba otro bocado a su comida, manteniendo la vista en el castaño. ―Sí, pero también quiero estar con mis papás. No los veo mucho―hizo un pequeño puchero, tomando la servilleta de tela para limpiarse la boca―También deberías pasar más tiempo con tus padres, ellos nos extrañan. Sehun asintió sin decir mucho más, por lo que ambos niños terminaron de comer tranquilamente, teniendo que tomar sus platos y vasos para llevarlos a la cocina y agradecer a las empleadas por la comida. ―Bueno, nosotros tenemos que irnos―habló Yejun mientras tomaba la mano de su hijo, quien la tomó sin pensarlo, manteniendo una sonrisa animada―Nos vemos mañana, vamos, despídete de Sehunie. El príncipe se mantenía entre sus dos padres, quienes lo veían con bastante curiosidad, porque él no estaba saltando de lado a lado como solía hacer antes de que su amigo se fuera, además de que no les había pedido que le dejaran jugar con él algunas horas más, cosa que claramente les extraño, aunque sabían que habían tenido una conversación con él sobre eso. Aunque su conversación fue sobre dejar de hablar demasiado en clases, no de dejar de hablarle en general. ―Nos vemos mañana, Sehunie―habló animado mientras se soltaba de la mano de su padre, saltando hasta donde estaba su mejor amigo, quien tenía una pequeña mueca, con sus manos detrás de su espalda. ―Nos vemos mañana. Los padres fruncieron el ceño con más profundidad al escuchar aquello, porque en definitivamente eso no era nada común y claramente el menor también lo notó. ― ¿No me vas a abrazar antes de irme? ―preguntó en voz baja, aun así siendo escuchado por los padres, quienes esperaban alguna respuesta. ―Vamos, cariño. Puedes despedirte con abrazo, sabes que no debes alejarte de Dongjunie, solamente que hablen menos durante las clases―intervino Jiho, ya que no quería que su hijo pensara que querían alejarlo de Dongjunie, cuando no era así en absoluto. ―Perdón―se disculpó, separando sus manos y sacándolas de su espalda, para poder correr hasta el menor y abrazarlo, haciendo que el castaño soltara carcajadas animadas, sintiéndose mejor―Lo siento, estaba enojado por lo del horario, pero no debo estarlo. El castaño negó, dejándole un pequeño beso en el cabello, cosa que los mayores no pudieron ver. ―Vamos a pasar tiempo juntos, así que no te preocupes―el príncipe sonrió, asintiendo animado, por lo que el castaño pudo volver con su padre omega― ¡Nos vemos mañana! ― ¡Nos vemos mañana!
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD