Leah llegó por el camino principal que la llevaba al pequeño palacio de los Hunt. Cuando entró al palacio el enrejado de la entrada estaba de par en par, así que ella no tuvo que esperar por ningún siervo para que le abriera la puerta. Con una agilidad que no era común en una lady, Leah se bajó del caballo corriendo rumbo a la entrada, fue entonces que ella tocó la puerta con insistencia dándole manotazos con su mano abierta, exclamando: —¡¡Abran esta puerta ahora mismo!! —exclama Leah sin tener la más mínima idea que ese palacio estaba rodeado de hombres que la consideraban su enemiga. Los exiliados de Kaan escuchaban el escandalo que se estaba presentando afuera, así que uno de ellos, que estaba de pie reposando su espalda sobre la pared fue a ver de que se trataba, y quien era esa muj