Riley, después del encuentro erótico con Ranger, no volvió a quedarse a solas con él. El resto de la semana estuvo con Knox. Básicamente su luna de miel fue coger en cada lugar que él quería. La llevó el yate a alta mar donde la cogió en la zona donde se encontraban las tumbonas para tomar el sol. Fue con ella a un club, no el mismo al que fue con Ranger, y cogieron en el baño. También la llevó a un paseo a una pequeña montaña en la isla, donde pasaron la noche cogiendo bajo las estrellas. Fueron múltiples orgasmos, hasta que regresaron a la mansión que Knox tenía en Nevada. La mayor parte del tiempo estaba en el casino, pero su lugar de descanso, donde estaban sus cosas, era en su mansión.
Su mansión era casi sagrada. Ninguna de sus sumisas entraba. Ni siquiera la conocían. Era una fort
