PRÓLOGO
¿Cómo ves el mundo?
¿Cómo veo el mundo?
Por supuesto que será un punto de vista diferente, a veces en gran dimensión, de tal forma que importa, porque significa que hay algo muy importante que pudiste haber dejado pasar y aquello podría cambiar tu mundo o destruirlo en un instante. Todo depende de en qué lado estés, ya sea si sabes la verdad o has vivido a través de mentiras. Pero en realidad, ese no es el verdadero problema.
Así que, todo esto es sobre descubrir la verdad y no morir en el intento. Lo sé, es demasiado dramático; pero, no es como si en las últimas horas no hubiera sido perseguida por un psicópata, visto fantasmas y cómo moría alguien frente a mí. No, eso sería una locura.
Lamentablemente aún no sé en qué lado estoy. Si lo que he visto era real, hay altas posibilidades de que sea una mera alucinación o al menos eso es de lo que he estado tratando de convencerme estos últimos días. Las últimas horas he tratado de despertar de una pesadilla que nunca termina. Es realmente gracioso que ahora mi vida dependa de un número telefónico. Después de cuatro horas en una cabina que mágicamente apareció de la nada frente a mí, indicándome el paso a seguir, aun no era capaz de levantar el teléfono. Sin embargo, necesitaba saber, ¿desde cuándo todo empezó a ir mal? Fui yo, fue el mundo, ¿fue alguien más?
¿Quién soy yo?
Mi nombre es Elaine, o eso dice mi acta de nacimiento. Era una chica normal, como todos, justo antes de que el mundo se pusiera al revés; tenía una familia normal, aunque ahora sé que no lo era, nunca lo fueron. También tenía muchos amigos, eran personas en las que más confiaba y puede que nunca se lo diga a nadie en el futuro, que ellos son mi más grande secreto, el más oscuro de todos, de un pasado que siempre me perseguirá. Porque si lo supieran todo, ya nadie me vería igual. Y es que a quién podría mentirle cuando ya todo ha cambiado, todo lo que creía era real, nunca lo fue, de principio a fin. Nadie me creería, después de todo se supone que estoy loca, que son alucinaciones, hasta yo misma lo creo, ya que eso fue lo que me dijeron. El problema es que no era verdad.
Nada es verdad.
Que tus ojos no te engañen.
Lo que ves…
Lo que escuches…
Ellos siempre están allí, esperando a que bajes la guardia. Por eso yo también voy a esperar a que ellos bajen la suya; aunque…
¿Cómo saber si es un sueño cuando realmente nunca te despiertas?
¿Cómo te despiertas?
¿Estoy soñando?
¿Esto está realmente sucediendo o terminará siendo otra alucinación?
Tal vez, ya he enloquecido.
—Esto es real —me dije una vez más.
El resto… Es mentira.
Yo puedo hacerles creer, lo que yo quiera que crean.
Pero, ¿Tú me creerías?