Tres días después Marzamemi, Italia Juliette Aunque pienses que puedes tener el control de cualquier situación, salir airoso y volver a tu aparente calma, estás equivocado porque el destino nos empuja a nuestros límites, le encanta ponernos pruebas o desafíos, incluso es llamado un verdugo silencioso de desastres donde él tiene el poder, aunque considero que es un error, porque podemos estancarnos esperando que pase la tormenta o enfrentar lo que venga con sensatez y frialdad para cambiar el rumbo. Como yo que, ante la propuesta de Giovanni de abandonar la pizzería por culpa de los matones, miré lo evidente: él seguía recuperándose de sus costillas, existía el riesgo de ser atrapados en busca de un nuevo refugio, para sumarle no teníamos ni dinero, entonces como haríamos el milagro,