—¿Prefiere que vaya yo por su pedido?— la rubia niega con la cabeza en una parada que hicieron en Starbucks para poder comprarse un tostado y tener algo en su estómago antes de ingresar al spa con su mejor amiga. —puedo ir sola— kian se ríe. —puede hacerlo por sus propios medios pero no puede ir sola porque tengo que acompañarla yo o mi compañero— la corrige. —entonces intenta no demorarte porque no ando con mucho tiempo— sonríe con burla. —por supuesto señorita— rueda los ojos y ella suspira caminando delante de él. —¡Que irritante!— dice Olivia entre susurros sólo para ella. —¡Tiene que ser una broma!— se queja Malcolm. —no lo es— sentencia Elián. —¿Ahora me sacas de mi propia casa por esa niñata?— pasa ambas manos por su cabello. El castaño ya no se encuentra en las oficinas de