VI. ¿Quién es él?

1976 Words
Pasaron tres meses desde el accidente de Park Ho, todo iba bien, cada día eran más unidos y se sentían más enamorados el uno del otro, pero Yu-Chul hacía creer a su amado profesor bajo una fachada de buenas calificaciones y perfectas asistencias que había cambiado, sin embargo, a escondidas de él continuaba yendo a esas fiestas donde se emborrachaba hasta más no poder y de vez en cuando usaba alguna droga que le hiciera sentirse menos culpable por la máscara que tenía que ponerse cada día. Aquel día de fin de semana Park Ho se encontraba tranquilamente almorzando en su casa, cuando escuchó el sonido del timbre, sonrió, imaginando que sería Yu-Chul o su hermano, ya que nadie más lo visitaba y dejó el plato sobre la mesa; se levantó y arregló su cabello, aclarando su garganta antes de abrir la puerta. Frente a él un chico un par de centímetros más alto que él, de ojos gatunos y negros cabellos lo esperaba, pero al verlo solo se sintió sorprendido, haciendo que aquella sonrisa que adornaba su rostro desapareciera, dejando una expresión seria, llena de disgusto. -          Tú... ¿Qué haces aquí? -le preguntó Park Ho.- -          ¿podemos hablar? El rubio se lo quedó viendo por algunos segundos, dudando si debía o no hacerlo pasar, no le alegraba su visita, desde la última vez que lo vio deseó no encontrárselo nunca más en la vida, pero parece que el destino no opinó igual, sin embrago, tenía curiosidad por los motivos de su repentina aparición después de siete años de no verse. -          Ya que... pasa. -dijo el rubio, fastidiado.- Se hizo a un lado para dejarlo pasar y cerró la puerta detrás de sí, soltando un suspiro para ir junto a él a la sala de estar y sentarse en el sillón grande, mirándolo con la misma expresión en su rostro. -          Dime, Seungyoon ¿de qué quieres hablar? –Park Ho se acomodó para verlo.- Ese rostro tan blanco como la nieve le hizo recordar los días en los que disfrutaba de verlo sonreír, pero ahora no podía sentir nada. -          Lo que pasa es que… -suspiró.- Parkho, mi vida no es lo mismo sin ti, te extraño, todos estos años han sido los peores para mí, creí que podría olvidarte, pero no es así, no puedo, tú simplemente no te sales de mi pecho… estoy arrepentido de lo que pasó y quería verte, así que vine, aunque tenía miedo de que te hubieses mudado… Parkho… yo te extraño realmente… quisiera que me dieras otra oportunidad. Soltando una risa sarcástica ante la confesión del mayor, Park Ho desvió su mirada, no pudo evitar sentirse ofendido por ello, no entendía cómo se atrevía a hablarle de esa manera luego del daño que le hizo años antes. -          Temo que has llegado demasiado tarde. -lo miró seriamente.- ahora estoy con alguien y amo a esa persona. Al escuchar esto, todas las esperanzas que había acumulado Seung Yoon de recuperarlo se vinieron abajo, pero tuvo la grandiosa idea de que Park Ho sólo decía eso para alejarlo y que aún sentía algo por él, sin embargo, imaginarse a ese lindo chico rubio con otro lo llenó de frustración. -          No... eso no puede ser… Con un movimiento maquinal y brusco, se abalanzó sobre el menor, tomando sus muñecas para pegarlas al sofá mientras lo veía al rostro, con una expresión que comunicaba todo su dolor. -          Tú eres mío, Dong. –susurró de manera ronca.- Sin saber qué decir o cómo reaccionar a ese repentino impulso, Park Ho solo lo quedó mirando con asombro y temor; Seung Yoon, sin soltar el agarre de las manos del menor se inclinó acercando su rostro al ajeno, hasta el punto donde sus respiraciones se mezclaban y sus labios estuvieron a punto de tocarse, las mejillas de Park Ho enrojecieron totalmente y su corazón se aceleró tanto que incluso podía escuchar sus propios latidos, estaba tan impresionado y nervioso que era incapaz de moverse, pero justo cuando la distancia entre ellos iba a convertirse en nula la puerta se abrió, entonces los temores del rubio se agravaron cuando Seung Yoon se separó para ver hacia la entrada al estático chico que los miraba. Park Ho giró un poco su cabeza y su pecho se estremeció al ver la expresión en el rostro de Yu-Chul, quien, sin decir nada apretó sus puños y salió corriendo de allí, con su corazón roto y las lágrimas brotando de sus ojos sin cesar. -          Quítate. –Park Ho empujó a Seung Yoon.- Se levantó del sillón e iba a ir tras Yu-Chul, pero Seung Yoon lo detuvo, tomando su mano. -          Déjalo. -          ¡Ya vete de mi casa! -gritó Park Ho.- todo es tu culpa… ¡te odio, Seungyoon! Se zafó bruscamente del agarre y corrió detrás de Yu-Chul, dejando al peli-n***o sobre el sofá; al verlo ir tras ese chico de tal manera, Seung Yoon pudo comprender que había perdido por completo a Park Ho, preguntándose todavía qué fue lo que lo llevó a buscarlo nuevamente. -          ¡Yuchul! –gritó.- ¡espera! ¡no es lo que crees! -          No quiero oír tus explicaciones. –Yu-Chul se alejó más.- -          Por favor escúchame. –cuando pudo alcanzarlo lo abrazó por la espalda, haciendo que se detuviera.- no es lo que parece... es culpa de él, Yuchul, yo no te engaño. -          Lo vi con mis propios ojos Parkho, no quieras lavarme el cerebro. –dijo Yu-Chul, entre llanto.- Esas lágrimas llenas de dolor no paraban de salir, aunque él le hizo lo mismo incontables veces con Soo Won, nunca imaginó que su pecho dolería tanto al ver a su amado profesor con otro, estaba demasiado herido,  no quería verlo, no podía creer que se iba a dejar besar por ese hombre. -          No hago eso. -el rubio se escondió en la espalda del menor.- fue él, él se tiró sobre mí. -          Pues tú no te resististe -dijo de manera cortante.- no puedo creer lo ciego que estaba... eres igual que todos. -          Yuchul... Tienes que creerme. –continuaba llorando, con su rostro pegado a la espalda del menor.- por favor escúchame. -          ¿quién es él? -se dio vuelta para mirarlo a los ojos.- -          Él es mi ex pareja. –Park Ho lo miró con los ojos llenos de lágrimas.- pero eso fue hace mucho tiempo Yuchul, yo te amo a ti. -          Bien… te creeré… Dijo en un suave susurro mientras intentaba convencerse a sí mismo de que era lo correcto, de que debía creerle, quería creerle, aunque en lo más profundo de su ser se negara a hacerlo, pero entonces pensó que se lo merecía, no podía hacerse la víctima ahora, no después de haber besado tantas veces a esa chica frente a Park Ho, de manera tan descarada que disfrutaba ver su rostro cuando se enojaba, además él mismo se había acostado con Kim Lee aquel día del accidente, aunque Park Ho nunca se enteró de tal suceso, así que perdonar un único error no estaría mal ¿o sí? En realidad al ver una sonrisa pintarse en el rostro del más bajo le hizo olvidarse de todo, sí, ese era el poder que tenía Park Ho sobre él. -          ¿de verdad? –dijo el mayor, esbozando una leve sonrisa.- te prometo que no se repetirá. Volvió a rodearlo con sus brazos, pegándose al pecho del muchacho, olvidándose por completo de que estaban en público, de que los estaban viendo y podían meterse en serios problemas si esa escena llegaba a oídos del déspota padre de Yu-Chul. -          Eso espero. -correspondió al abrazo y besó su cabeza.- debo irme. -          está bien. –Park Ho se separó un poco.- te amo, Yuchul. -          Yo también. Volvieron a separarse, después de todo no les convenía que los vieran juntos de esa manera, así que Park Ho volvió a casa, encontrándose con que Seung Yoon seguía esperándolo en el sofá; frunció el ceño y secó sus mejillas con el dorso de su mano. -          Te dije que te fueras. –dijo Park Ho.- -          ¿ese niño es tu pareja? –dijo Seung Yoon.- -          ¡vete! El mayor soltó un suspiro y se acercó a Park Ho, tomando sus manos, pero éste las retiró en seguida, no podía creer el descaro de Seung Yoon, desde el momento en que llamó a su puerta debió cerrarla y enviarlo lejos. -          Volveré. –dijo Seung Yoon.- -          Perderás tu tiempo. Volvió a suspirar ante la indiferencia y la frialdad de Park Ho, asintió y salió de la casa; caminó hasta llegar a un parque cercano y tomando asiento en una banca encendió un cigarrillo, aspirando el humo del mismo mientras miraba al frente y recordaba la manera estúpida en que perdió a su amado rubio que antes le daba alegría a sus días más oscuros. En su camino a casa, sin entender aún qué le hizo perdonar tan rápidamente a Park Ho, el joven castaño miró hacia aquel parque, notando que allí estaba ese hombre, tenía curiosidad, quería saber qué fue lo que hizo que ellos terminaran y por alguna razón terminó yendo en su dirección. -          Hola. -el menor se puso frente a él.- Aunque estaba absorto en sus pensamientos y en sus recuerdos de una vida feliz, pudo oír claramente ese saludo, por lo que alzó la mirada, expulsando el humo del cigarrillo. -          Hola. –dijo Seung Yoon.- tú eres el novio de Parkho ¿no? -          Sí, soy yo. -lo miró fijamente.- Esbozó una sonrisa ladina, riendo irónicamente mientras volvía a ver hacia el frente, inhalando nuevamente el humo. -          ¿y qué quieres? –preguntó el mayor.- no vengas a reclamarme a mi ahora lo que viste, no alcancé a hacerle nada, tú me interrumpiste. -          ¿puedes decirme cómo conociste a Parkho y por qué terminaron? Seung Yoon alzó una ceja, confundido por la pregunta del menor ¿para qué quería saber eso? Le hizo notar aún más su inmadura manera de pensar. -          ¿para qué? -          Necesito saberlo. –se sentó a su lado.- por favor dímelo. Al principio se rehusó, pero fue tanta la insistencia de Yu-Chul que terminó por acceder y contarle su historia con Park Ho, aunque él estaba más curioso sobre cómo terminó un hombre como Dong Park Ho enamorado de un chiquillo como Jung Yu-Chul. Park Ho y Seung Yoon se conocen desde que tienen memoria, eran los mejores amigos en la escuela y la pareja gay más popular en la preparatoria, pasaban todo su tiempo juntos, hasta se fueron a estudiar en la misma universidad y compraron una casa para vivir juntos; era como un matrimonio, Park Ho era la esposa complaciente y compresiva mientras que Seung Yoon era el marido celoso y posesivo, tenían sexo frecuentemente, tanto que se podría decir que parecían conejos. Todo marchaba bien entre ellos, ya hasta se iban a casar, pero una tarde Jimin llegó más temprano de lo normal a casa, quería sorprender a Seung Yoon ya que era su séptimo aniversario como pareja, escuchó ruidos en su habitación y entró a ver qué era, encontrándose con la escena de su novio desnudo en su cama teniendo intimidad con una chica de la universidad. Su corazón se hizo añicos, agarró a la chica por los cabellos y la sacó desnuda a la calle, le tiró su ropa y volvió a entrar a la casa, Seung Yoon estaba demasiado avergonzado como para decirle algo, Jimin metió las cosas del mayor en sus maletas y las aventó a la calle, corrió a Seung Yoon de su casa y desde entonces no se volvieron a ver hasta ese día. Seung Yoon estaba sufriendo sin Park Ho a su lado, lo amaba y se arrepentía por no haberlo valorado antes, pero era demasiado tarde, ahora su corazón le pertenecía a otro. Yu-Chul estaba un poco sorprendido, sobre todo por la reacción que tuvo el pacífico Park Ho al descubrir la traición, curioso con lo que respecta al pasado del mismo, ya que no sabía nada sobre él, nunca se interesó por hablarle de eso. Cuando terminó la charla ambos fueron en distintas direcciones, despidiéndose al fin.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD