De vuelta a la realidad. La cafetería seguía tan concurrida como siempre. Edward estaba feliz de mi regreso, una rápida visita por su oficina me lo hizo saber, también me percaté de que estaba arreglado y su explosión de semen no fue tan intensa como habitualmente lo era cuando le regalaba un oral. Así que mientras se limpiaba y yo aprovechaba tomar un vaso de agua, fui lo más directa y poco delicada que pude ser. -Daddy... -¿Dime Sweetie? - Estaba subiendo sus boxers y cerrando la cremallera -¿Con quién estás teniendo sexo?- Mi voz fue neutral, tranquila y relajada. El detuvo su acción y me miró con asombro. Negué con la cabeza- No no, no actúes así, habla claro y ya. -Vero, voy a ser honesto contigo- hablo serio, yo me acomodé en mi silla y el en la suya detrás del escritorio- No ve