Capítulo 33
El departamento de Mateo.
El teléfono sonaba y sonaba hasta que al cuarto timbrado, Mateo le contestó extrañado porque ella lo llamara a esta hora.
—Hola, Sabrina. ¿Todo bien?
Su voz sonaba preocupada, por lo que ella, le respondió de inmediato.
—Me he ido de casa.
—¿Qué? ¿Qué sucedió?
—Discutimos y decidí irme, pero no tengo donde ir…
Sabrina no terminó de decir, que Mateo, rápido le contestó.
—Ven a la empresa y te quedas conmigo. ¿Tienes como llegar o te voy a buscar?
Un momento de silencio paso, Sabrina no podía creer lo lindo que era Mateo, no tuvo ni que preguntarle y él ya se había ofrecido a darle un techo para dormir.
—Sí, tengo el coche. Gracias, Mateo.
—No hay nada que agradecer, para eso estoy. Ven que te espero.
Después de colgar, arrancó el coche y se
