CAPÍTULO DIECISIETE Kevin se levantó temprano al día siguiente, dio de comer a Bobby y lo llevó a dar un breve paseo por el desierto. El perro pasó casi todo el rato intentando coger algo pequeño y peludo que desapareció en una madriguera antes de que Kevin pudiera verlo bien. —Seguramente este viaje no te parece muy divertido —le dijo Kevin al perro—. Pero yo me alegro de que estés aquí. El perro se frotó la nariz contra su pierna y regresaron al campamento. Las otras se estaban despertando, Luna estiraba como un boxeador que va a pelear con alguien, Chloe salía de su tienda de campaña con cuidado, como si esperara que el peligro la estuviera aguardando. Kevin cogió una lata de su bolsa para desayunar, aunque como la etiqueta se había desenganchado dentro de su bolsa, no podía saber q