CAPÍTULO SIETE —¡Corred hacia el búnker! —exclamó Phil, apresurándose a estirar las clavijas de las máquinas. A su alrededor, Kevin oía el estruendo de las personas que los extraterrestres controlaban mientras se abrían camino en el edificios. El único ruido que había era la destrucción que ellos provocaban. —Corred —dijo Kevin a las otras dos y, al parecer, no tuvo que decírselo dos veces ni a Chloe ni a Luna. Todos salieron del Instituto, rodeando sus curvas y giros mientras buscaban un modo de estar seguros. Kevin oía el estruendo y los portazos de los cuerpos que apartaban a empujones cualquier cosa que estuviera en su camino, cristales que se rompían de vez en cuando y el golpeteo de puertas contra sus marcos. Entonces entrevió a un grupo de ellos, que les seguían al doblar una es