CAPÍTULO CINCO —Tengo tentaciones de preguntar si falta mucho —dijo Luna sonriendo a Kevin. Kevin debería haber supuesto que uno de los problemas más grandes de un viaje como este no era solo el peligro de chocar, o que los controlados les tendieran una emboscada, o algo así. Era la posibilidad de que Luna se pudiera aburrir lo suficiente como para empezar a pensar en maneras de entretenerse. No tenía ninguna duda de que eso significaría una discusión con Chloe y, puesto que Chloe conducía, eso no parecía nada bueno. Muchas cosas no lo parecían, desde la nave espacial alienígena, del tamaño de la luna y amenazante, que colgaba del cielo al vacío casi silencioso de las carreteras. Todo esto le recordó lo extraña que era toda esta situación, y lo mucho que había cambiado el mundo casi de