Gabriel llevó a Elizabeth a la sala y ella se quedó impactada cuando vio de quien se trataba. — ¡Rosarito! Mi fiel Rosarito, pero ¿Qué sorpresa? ¿Pero qué haces aquí? — Señorita Elizabeth, qué alegría verla, me tenía muy preocupada y además vine a decirle algo urgente. — Pero no entiendo, ¿Te trajo tío Camilo? — No señorita, justamente de él quiero hablarle. — la cara de Rosarito tenía una expresión de preocupación, enseguida Elizabeth llegó a pensar que se trataba del estado de salud de su tío. — ¿Pero qué pasa? ¿Le pasó algo a mi tío? Por favor no te quedes callada y dime. Gabriel por su parte estaba muy intrigado por saber qué estaba pasando, aunque tratándose de su Camilo, él sabía que cualquier cosa podía suceder. — ¡Ay señorita Elizabeth! Lo que sucede es que don Camilo no ha