Pov. Anna. Los hombres eran patéticos. Siempre pensaban que las mujeres éramos inferiores, era por eso mimos que ahora solo me movía directo a uno de los postes para tomarlo. Me colgué de él y giré para darle al número tres en el rostro. Me apoye en el suelo y solté un beso en su dirección. Mi cuerpo se hizo hacia atrás cuando observé de reojo la mano que venía en mi dirección. El que tenía a Danna tiró algunos golpes contra mi rostro, lo observé con la ceja arqueada. Levanté un dedo y se frenó, mis manos sacaron la liga de mi muñeca y ate mi cabello. — ¿Es broma? —sonreí. — Aunque me lo atara puedo matarte —se vino sobre mí. Me corrí a un costado antes de darle con la rodilla en el vientre. Termine de hacer mi coleta, mi mano tomó su cuello y mi rodilla termino en su abdomen. M