Pov. Anna. Poner distancia de él no era lindo, me sentía rara, era como si hubiese dejado una parte de mí allí, New York. Extrañaba a Jacob, lo hacía, pero necesitaba cumplir mis sueños y no podía arrastrarlos conmigo. — Ahí estas —mamá se acercó para abrazarme. — Mami —sonreí. — Suelta, me toca —papá la corrió y me reí. — Eres un celoso —beso mi mejilla. — Estas bronceada —me alejo y miré mi cuerpo. — Si, cama solar —sonreí. Mis ojos se fueron a un costado donde el chico molesto estaba, lo observé y él a mí, después simplemente sonreí malvada y miré a mi padre. — Ese chico de allá me estaba molestado —lo apunté. Papá giró, su gesto era el mismo que ponía cada vez que iba a matar a alguien. Lo había visto mirar así antes, a mi madre también, pero creo que lo que más