Pov. Anna. Uno, viajar a Malta. Todos tenemos un sueño. Incluso aquellos que dicen no tenerlo, los tienen. La diferencia recaía en todo lo que hacían con ellos. Se trataba de dejar soñar y volverlos realidad. Envidiaba en muchos aspectos a esa persona, el poder ser libres de demostrar y hacer lo que sentían, él no cargar después con nada. Debía ser grandioso. No tener miedo a la consecuencias de ello. Mi vida no era tan amena como para decir que vivía tranquila, por eso mismo, me pasaba. La causa principal de ello era el simple hecho de no saber hasta qué punto aguantaría. Sabía que debía ser fuerte, por ellos, mis padres, hermanos. Tenía que mantener el miedo dentro de una caja, intentar llevar todo adelante. Los últimos respiros pueden ser complicados. — Aumento cinco —puse m