Pov. Jacob Se supone que cuando naces es porque tus padres te esperan o al menos te quieren en sus vidas. Yo no sabía si los míos eligieron eso. Aun escuchaba los gritos de mi madre pidiendo que parara, la escuchaba pedir ayuda y llorar desesperada hasta que se quedaba completamente callada e inconsciente. Oía el crujido de las botas contra la madera de las escaleras, ese paso bruto que dejaba el manifiesto lo que sería el principio de mi tortura. — Vamos a ver lo que tienes aquí, mierdecilla. Su mano bajando por mi cuerpo quemaban, la idea de que me tocaran era espantosa, ni siquiera era capaz de manejar mis propias erecciones. Me había arruinado la mente, estaba tan consciente de todo lo malo que cargaba, que la estaba llevando ahora a ella a eso. Estaba manejando mi frustra