Capítulo 52 ¡Averígualo si puedes! Después de decir estas palabras, todos los momentos íntimos, nerviosos, extremadamente fríos y tímidos, la inexperiencia, el temblor repentino y por último, la negación, pasaron por mi mente llegando a una sola conclusión, respiré de nuevo, porque no obtuve respuestas, y reformulé mi pregunta ¿Qué es esto? Nooooooo, Mariano imbécil, esa no era la pregunta, volví a estabilizar mis emociones y esta vez sí le pregunté “¿es tu primera vez?” Mientras ella se quedaba callada, ya yo estaba dispuesto a largarme y dejarla botada en esa oficina, ¡me cansé de esta mierda! Me disponía a voltearme a buscar mi camisa, cuando levantó su mirada, y… realmente está demasiado sexy con su carita roja como un tomate, además, su respuesta llena de seguridad me hizo cambi