Capítulo 1
¿Cómo puedo negarme?
Samantha:
¡mmmmm! En mi mente, antes de entrar a este lugar, lo había empujado con todas mis fuerzas y había corrido muy lejos de él sin volver a mirarlo, pero, desde que se acercó a preguntarme si me encontraba bien y dio el primer paso para llegar a esto, mi cuerpo estaba tan emocionado disfrutando de sus deliciosos, apasionados, y maliciosos besos con sabor a whiskey que no me atreví a mover mis piernas para resistirme, mucho menos intenté retirar mis brazos que se mantenían rodeando su delgada cintura, acariciando ese torso firme y esa espalda tonificada, mis pies, aunque hubiera querido no me habrían prestado atención, parecían estar clavados en ese lugar, y mis manos se deleitaban tocando todo lo que tenían a su alcance, realmente estaba disfrutando de ese cuerpo espectacular, así que, en lugar de fugarme, solo pude devolver activa y debido a mi inexperiencia, torpemente sus besos, mientras el acariciaba mis ya estimulados pechos.
Al separarse unos silenciosos minutos de mi boca para permitirme respirar, podía sentir como, con su mirada penetrante y sus intensas caricias me pedía permiso para ir más allá y, yo… Aunque soy consciente de que podía negarme... Pues…
En este momento su vista y su tacto me hicieron perder la razón, cada toque de sus manos me hace sentir hipnotizada, sin exagerar ni un poco, me atrevo a decir que esté es el hombre con el cuerpo más caliente que he conocido en toda mi existencia, igualmente, dudo que con lo aburrida que es mi vida diaria me vuelva a tropezar con un par de ojos verdes tan intensos como esos que me miran con ganas de comerme entera en este momento, así que no, realmente aunque podía no me negaría, además, esto en algún momento tenía que ocurrir, aunque no es el lugar, el momento ni un hombre que me haya cortejado durante años y con el que desee casarme, esta sensación aventurera me incentiva mucho más, ya no soy una niña aunque mi familia me siga tratando como tal.
Con esto en mente, me relajé y a partir de ese momento decidí llegar hasta donde tengamos que llegar, cómo yo realmente no tengo experiencia le permitiré a este hombre hacer todo lo que quiera hacer está noche conmigo, aunque, espero no retractarme de estos pensamientos tan libertinos y de mente abierta en unos minutos, ya que estoy muy nerviosa… ¿A quién engaño? Yo también quería mucho más de él…
Con una sonrisa ladeada y maliciosa dibujada en sus finos y deliciosos labios fue bajando sus húmedos besos a mi cuello, lamiendo, besando, succionando suavemente, enloqueciéndome lenta y progresivamente con cada uno de sus sexys movimientos, haciendo que la parte baja de mi vientre palpitara tan fuerte como los latidos de mi corazón en este momento.
Abandonó mi cuello y con delicadeza después de mirar mi busto y relamerse los labios cómo si se tratara de un postre, posó sus labios en ellos sin retirar mi ropa, mordía con suavidad, suave y superficialmente uno, mientras acariciaba el otro con una mano y con la otra apretaba mi trasero, se paseaba por mi cintura y aterrizaba en mis piernas…
Cuando regresaba a atacar mis labios, con la excusa de acariciar mi espalda, me acercaba más a su perfecto cuerpo y podía sentir su poderosa erección golpear mi cintura.
Fue intercambiando el jugueteo de su traviesa boca y de sus manos entre mis pechos, él, evidentemente se estaba divirtiendo mientras yo sentía que mi corazón estaba a punto de salirse por lo rápido que palpitaba debido a mis inoportunos nervios, aunque no sabía qué hacer con mis manos en este momento pude notar que todo mi cuerpo obedecía sus órdenes, como si él fuera mi amo y yo la humilde esclava que espera ansiosamente sus instrucciones, así que aquí estamos, el jugando con sus dientes en las endurecidas puntas de mis pechos y yo, aunque no sé qué hacer, no puedo sacar mis manos de debajo de su camisa donde me estoy deleitando con su super marcado abdomen.
En algún momento estaba tan absorta en el placer que me hace sentir que, sin que pudiera notarlo logró deshacerse de la parte de arriba de mi vestido.
¡Bendito sea quien inventó estos vestidos que se usan sin ropa interior!
Debido a la facilidad con la que cedió la parte superior de ese vestido, mis pechos, que quedaron totalmente desnudos frente a él se convirtieron de nuevo en su juguete favorito, al principio sentí un poco de pudor, pero al ver su mirada brillante y llena de deseo mientras los apreciaba, volví a cerrar los ojos, él por su parte, sin perder tiempo, los juntaba con ambas manos uniendo las puntas, los lamía y chupaba juntos haciendo estremecer todo mi cuerpo mientras estos se ponían firmes como si fueran un par de soldados y estuvieran cumpliendo una orden.
De pronto…
¡aaaaaahhhhhhgggggg! ¿qué fue eso?, ¿un gemido?, ¿salió de mi boca?¡qué vergüenza! esto nunca me había ocurrido, todas estas son sensaciones totalmente nuevas para mí, no creo que sea muy excitante para el escucharme en esta situación … ¿A quién engaño? En las películas esos gemidos se ven súper falsos y yo no quiero verme de esa manera con este hombre, así que intentaré controlarme para cerrar la boca, pero justo cuando mi mente divagaba en todas las cosas que podía hacer para controlarme, ¡aaahhh!, su dedo rozó mi botón del placer y, aunque intenté suprimir mis ganas de gemir, no tuve éxito, creo que, al contrario, el siguiente gemido salió mucho más fuerte de mi boca, haciéndome sentir un poco más avergonzada.
Así que, para no seguir haciendo el ridículo con este monumento de hombre que me hace perder el control de mi cuerpo, lo único que se me ocurrió fue ¡taparme la boca! Realmente me esforcé, fue extremadamente difícil separar mis manos de ese torso tan duro y ese pecho que es, sin duda alguna, una delicia, hice varios intentos, pero el volvía a envolver su cintura con mis brazos, todos mis movimientos estaban bajo su dominante control…