Capítulo 59
¡Me voy de este país!
En ese momento, absolutamente todo el interminable rompecabezas alrededor de la pelirroja encajó de manera perfecta y organizada en mi mente, pero de pronto, me atacó tan abruptamente la migraña que tuve que sentarme directamente en el sofá, miré a Reginaldo sacar de su bolsillo las pastillas de la migraña y en ese preciso instante supe que él, había anticipado esta reacción, y solo me estaba esperando para revelarme la identidad de la pelirroja antes de tener que sorprenderme al verla en la reunión.
¡maldita sea, él sabe absolutamente todo!
Me entregó dos pastillas y un vaso con agua que no dudé en beber de un solo trago, me tomé un par de segundos para calmarme.
Recordé la conversación que tuve con este hombre anoche, y para mi fue más que obvio que
