Capítulo 3.3 ¿Más dudas?"!

1985 Words
Abro los ojos lentamente, me estiro dentro de las cobijas, un buen bostezo y entre queriendo y no queriendo termino por abrir mis ojos. - ¿Cómo llegue a mi cama? - murmuro por lo bajo - Huuummm... seguro fue Román o Alejandro quienes me recostaron - mi estómago me da los buenos días con un buen gruñido - buenos días a ti también pancita, je, je, je tiempo de desayunar - me levanto y miro el reloj que marca diez minutos y serán las diez de la mañana, revisión mental, Román y Alejandro ya se fueron... seguro acabaron con todo el pan otra vez, bueno de que me quejaba siempre era así todos los días... pongo mi CD de Rammstein a volumen medio... me visto tranquilamente mientras escucho "Sehnsucht" síiiii, no hay como despertar con Rammstein, tanto la he oído que ya se me la letra y comienzo a cantarla, volteo hacia la ventana y el cielo esta gris seguro en la tarde lloverá un poco. Mamá entra a mi habitación. - Ya empezaste con tu ruido... hay hija te vas a quedar sorda si sigues escuchando eso tan alto. - Pero si está bajito - le miro con inocencia. - Aja, mejor porque no pones otra cosa... no sé el fonógrafo. - Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja... pero mamá esa estación de radio la he escuchado desde que estaba chiquita ya hasta me sé todas las canciones que pasan ahí y a quienes las interpretan... Los Panchos, los Tres Ases, Toña la Negra, etc, etc, como que ya es tiempo de que me modernice un poco ¿no crees? - apago mi Audio System y salgo de la habitación con mi mamá. - Pero hija que comparas esos gritos con las canciones de antes... - Lo sé mamá pero - le paso un brazo alrededor de los hombros - me gusta esa música es relajante - mamá me mira con los ojos muy abiertos. - ¿Relajante?... ¿eso te parece relajante? - menea la cabeza en forma negativa. - Bueno para mi lo es... ja, ja, ja, ja. Bueno - bajamos las escaleras - ya dame para el pan porque de seguro esos inconscientes de mis hermanos arrasaron con el que había ¿no? - Sí así es, toma tráete 5 bolillos y si quieres pan de dulce lo compras. - De acuerdo, lo compraré, ahorita regreso. - Ya sabes donde comprar el pan. - Sí mamá ya sé. Salgo de la casa y para mi buena suerte Dennis va saliendo, mi sonrisa es grande al verla, su cabello se ve reluciente al sol. - ¡Hola, Lau!, ¿cómo estas? - se acerca y me besa en la mejilla. - Hola Deni, estoy bien gracias ¿y tú? - le regalo la mejor de mis sonrisas. - Bien, ¿vas a la panadería? - Sí. - Yo también, vamos - me toma de la mano y empezamos a caminar - ¿qué crees amiga?... - me dice con emoción en su voz. Al decirme eso recordé lo que había sucedido la noche anterior, la sonrisa que tenía en el rostro se esfumó. - No me digas, te besó ¿no? - dije molesta. - Síííííí, mi primer beso, fue muy padre aunque un poco baboso. - Aaagggghhhh, no me digas que te dejó toda babeada. - Bueno - se encogió de hombros - más o menos... pero ¡oye!, ¿cómo supiste que me besó? - Por la cara de boba que pusiste - dije sarcásticamente. - Ja... ja... ja... amaneciste chistosita ¿no Laura? - Vieras que no - le dije molesta caminamos una cuadra más en silencio ella me soltó la mano, cosa que me dolió, me sentí mal por mi actitud pero el solo hecho de que ella estuviera feliz porque el tipejo ese la beso, ¡rayos!, me jodía sobremanera. El canto de los pájaros que tenían sus nidos sobre los viejos árboles del camellón se escuchaban junto con el ruido de los microbuses y carros que pasaban sobre la avenida, Dennis miró hacia el cielo y yo hice lo mismo. - Seguro que lloverá en la tarde - le dije. - Sí, seguro - dijo ella resoplando con molestia. - Dennis... yo... - necesitaba hacer las paces con ella - perdón por haberme portado de esa forma... ¿me disculpas?... por favor. - Lau - me miró - me gustaría saber por qué te comportas así... la verdad - me tomó de la mano - es que no lo entiendo. - Perdóname es que desde siempre has sido mi amiga y creo que yo pues... - tragué saliva - pues creo que - le tomé su otra mano y le miré a los ojos... "¡Por todos los cielos! ¿qué es lo que iba a hacer?" - es que pienso que yo... te... - ahora si sentía la boca seca como el propio desierto tanto que las palabras se me atoraban en la garganta... de hecho no sabía que iba a decirle si ni siquiera lo acababa de comprender... - es que yo... yo... - ¿Qué Laura? - preguntó mientras sonreía de esa forma tan dulce. - Es que creo que yo... te... qu... - ¡Oye! - me interrumpió - ¿No es esa la de química? - miro por encima de mi hombro. - ¿Qué?... - le solté las manos y me giré. - ¡Ándale! No sabía que vivía por aquí - dijo Dennis sonriendo - Huumm, me imagino que el cuate ese que va con ella ha de ser su novio ¿no? - me miró. - No lo sé, tal vez - Miré a Karla y a Iván que cruzaban la calle en dirección a la panadería. Mi corazón empezó a palpitar más rápido al verla. - Como que no esta muy guapo ¿no crees? - No sé no lo distingo bien desde aquí - no les quité la vista de encima sobre todo a Karla. - Esta guapa ¿verdad? - Dennis se volvió a verme y ante su comentario le miré sorprendida. - ¿Guapa? - pregunté extrañada. - ¡Hay Laura! pues si, mira para empezar esta grandota, tiene un cuerpazo, unos ojos azules preciosos y una cara de modelo que cualquiera se moriría por andar con ella. - No me digas que tu - dije solo por tantearla. - Pues si mis gustos fueran otros tal vez... pero prefiero a un galanazo tipo Till el de Rammstein, o mi adorado Tom Cruise o... - Ni lo digas conozco la lista de galanes que te cargas pegados en las paredes de tu cuarto. Dennis me tomó del brazo y se pegó un poco más a mi cuerpo y empezamos a caminar más despacio. - Creo que - me dijo - ahora que lo pienso, fíjate que no... - No ¿qué?... - No, no andaría nunca con una mujer... de plano me quedo con los chicos - suspiró. Sentí una punzada no sé bien dónde pero dolió y sentí que el rostro se me cubría de rubor, hasta creí que el estómago se me contraía. Me sentía totalmente avergonzada, deseaba que la tierra me tragara, "Dios que hubiera sucedido si yo hubiera terminado mi frase" me pregunté varias veces, antes de ser conciente de que Dennis me preguntaba algo. - ¿Y tu Laura?... ¿Laura?... Que ya es la tercera vez que te lo pregunto... - Perdón ¿qué me preguntabas? - le miré apenada aún. - Pero mujer no te ruborices, solo te pregunté que si tu andarías con una mujer. - ¡Por Dios Dennis! - me detuve en seco - tu sabes que eso no es correcto - mi mente era un caos al decir estas palabras - el solo pensarlo es asqueroso - levanté la vista del suelo y vi pasar a Karla del brazo de Iván... pero solo me fije en ella... en su figura completa y hermosa - es un pecado, la Biblia lo dice... - mi voz se fue apagando - ... mi mamá lo dice... mis hermanos lo dicen... y la sociedad lo dice. - Sutano lo dice, mengano lo dice... perengano lo dice... ¿pero y tu?... tu muy particularmente... ¿qué opinas?... - Yo... - Karla se perdió de mi vista y mi corazón seguía latiendo con fuerza - no, no lo sé Dennis... - Pues vaya contigo solo porque otros dicen que es malo tu también piensas lo mismo... pues que mal ¡eh!... eso es lo único que no me gusta de tu familia siempre esos prejuiciotes que se cargan - se soltó de mi brazo y comenzó ha hacer aspavientos con sus manos. - ¿por qué esos prejuiciotes que tu familia se carga sobre la gente gay...? ¿eh?... ¡es que! ¡no se puede ser tan cerrados Laura! - ¡Ya basta Dennis! - me molesté - no sabes nada de nosotros, lo que hemos pasado y sufrido a causa de la pendejada que nos hizo mi padre. - Bromeas Laurita... - me miró molesta - sé todo de ustedes porque - me señaló con su dedo índice - tu misma me lo has contado. - Y si ya lo sabes ¿por qué rayos me lo preguntas? - apreté los puños con fuerza. - Porque siempre creí que serías diferente al resto de tu familia, nunca pensé que fueras una persona tan cerrada. - ¡No lo soy! - enfaticé molesta. - ¿Nooooo? - preguntó socarronamente - entonces... - ¿Entonces qué? - le acoté. - Ven conmigo - me sujetó con fuerza de la mano y me jaló para que le siguiera. Una que otra persona que andaba por la calle nos miraba entre divertidos y otros indiferentes, a fin de cuentas no éramos más que un par de niñas discutiendo para el resto de la gente... eso era todo. Se me heló la sangre cuando vi hacia adonde me llevaba Dennis. - Bien ya estamos aquí - enfatizó Dennis molesta - adelante Laura demuéstrame que no eres una cerrada. - De... nnis... - le miré intentando digerir la situación que estábamos viviendo. - ¿Qué sucede Laura? - cruzó los brazos - ¿es qué nos vamos a quedar aquí a fuera toda la vida? - me miró impaciente con sus amielados ojos. - Dennis... yo... no. - Lo ves no eres más que una patética copia de tus hermanos - me dijo en un tono y con una cara de enfado que jamás podré olvidar. Sentí que el piso se abría ante mis pies, ahí estaba yo delante de ella de mi mejor amiga debatiéndome entre entrar al local del jotito panadero y demostrarle a Dennis que yo no era como mis hermanos o salir corriendo y llorar porque verdaderamente la situación al menos para mi era insoportable, respiré hondo, debía decidir... di un par de pasos rumbo a la entrada del local, pero al ver al tipo ese me detuve en seco. - De... nnis... De... nnis - balbuceé mientras miraba con asombro que el sujeto se estaba ¡enchinado las pestañas! - ¡oh! Dios... Dennis... - volví mi rostro para verla - Dennis se esta - dije señalando con el dedo - se esta... ¡enchinado las pestañas? - más se escuchó a exclamación que a pregunta. - Laura... - mi amiga meneó la cabeza en negativo. - No puedo Dennis, no... no puedo - sin pensarlo dos veces me fui corriendo como la niña que aún era, huí, huí vilmente, tenía miedo, eran tantas las cosas que mis hermanos me habían dicho y las cosas que mamá nos recordaba de la Biblia que francamente no podía hacer todo eso a un lado así de simple y abrirme hacia lo que era desconocido para mi.
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