Sensibilidad 1.2

3262 Words
Aún sollozaba entre mis brazos murmuraba palabras ininteligibles y yo no tenía idea de que hacer o decir, tenía miedo y estaba tan confundida ¿cómo era posible que ella estuviera enamorada de mi?... entonces ¿qué significaba Armando en su vida?, ¿por qué lo había aceptado?, ¿por qué se veía tan contenta a su lado?... ¿Por qué me decía ahora que estaba enamorada de mi?...yo… yo… - Laura…¿yo… te… gusto? – la sentí aferrarse más a mi cuerpo. No dije nada solo la deje aferrarse a mi cuerpo mientras mis labios entreabiertos se negaban a pronunciar palabra alguna, lo único que cruzaba por mi cabeza era el hecho de que ella tenía clase de historia y yo de matemáticas, tras unos momentos me mordí el labio inferior no sabía que podía decirle ¿Qué debería de contestarle?... ¿esto siquiera estaba sucediendo en verdad?... ¿Por qué lloraba abrazada a mi cuerpo?... ¿por qué me amaba?... ¿era verdad que me amaba? - Laura – mi nombre pronunciado de sus labios me hizo tragar saliva - ¿yo te gusto?... - volvió a preguntar y esta vez se ciño más a mi cuerpo y la sentí temblar, mi voz se negaba aparecer levanto lentamente su rostro y por fin esos mieles ojos se posaron en los míos, mis labios se mantenían entreabiertos pero no manaban palabra alguna, al ver su dolorosa expresión algo surgió en mi interior, una especie de incertidumbre que agobio mi corazón, deseaba decir algo pero mi cerebro era incapaz de dar a luz esa palabra que estaba en alguna parte de mi cabeza, mi silencio se hacía cada vez más y más largo, por más que me esforzaba, por más que trataba simplemente no era capaz… observe como lentamente el gesto de su rostro se tornaba molesto, herido, desconcertado, la sentí tensarse entre mis brazos, sus ojos se llenaron de una profunda tristeza y un coraje infinitos y el pleno de sus emociones estallaron contra mi rostro en una bofetada que me hizo derramar lagrimas y a la vez probar el sabor de mi propia sangre a través de una herida en mi labio; dolió, dolió muchísimo mis ojos seguían derramando lagrimas pero no era por el palpitante latir de mi trémula carne sino por el desespero de una respuesta sin definir… ya no quería esa respuesta para ofrecérsela a ella sino para ofrecérmela a mi misma. - ¡Eres una estúpida Laura! – me espeto, ni siquiera levante la vista, no me atrevía a mirarla, tan solo escuche sus pasos alejándose de mi…cada vez un poco más y más rápidos, hasta que ya no le escuche. - ¿En verdad soy una estúpida? – me pregunte llevándome la mano a la mejilla. -------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- Dentro de la sala de maestros Iván estaba sumamente pensativo, miraba hacia la nada, seguía intentando procesar la historia que su hermano le contara. No podía caberle en la cabeza toda esa farsa que mantenía con su “novio” y el hecho de que estaba dispuesto ¡a casarse! Tan solo para darle gusto al estúpido engreído ese, le dolió el hecho de que al intentar convencerlo de dejar esa relación su propio hermano lo echara de su casa espetándole que no era capaz de comprenderlo, necesitaba de alguna forma hacerle ver que estaba cometiendo el error de su vida, pero ¿cómo? ¡cómo? Golpeo el puño contra la mesa derramando de esa forma su café. - Me lleva la chin… - Oye, oye sí que estas de malas el día de hoy – dijo Ana acercándose a él con un montoncito de servilletas de papel y limpiando el desastre que hiciera su amigo pregunto - ¿te sucede algo? es muy raro verte de malas. - No, no es nada – dijo ayudando a limpiar su desastre. - ¿Quieres que platiquemos? – le pregunto sin mirarlo. - No, por el momento no, para serte honesto quisiera estar a solas un rato. - Si eso es lo que deseas adelante – se volvió a mirarlo y le acaricio la mejilla mientras le sonreía – me voy entonces. - Gracias – le respondió suspirando por lo bajo. Sin duda alguna Iván tenía ganas de platicar con alguien y sabía con quien debía hacerlo. -------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- Me desvié de mi camino y dirigí mis pasos al edificio de Laura, tenía que verla, en verdad necesitaba verla, ya buscaría una excusa para sacarla del salón, al llegar a la escalera mi celular timbro. - Bueno - Hola preciosa necesito hablar contigo ¿puedo verte hoy por la noche? - Pareces ansioso ¿estás bien? - En realidad no, es por eso que necesito hablarte. - De acuerdo – levante la mirada y vi a uno de mis alumnos que me hacia señales con la mano - ¿a qué hora te espero en casa? – me encamine rumbo al laboratorio. La vi desde la esquina de los baños de los hombres, el corazón me latió deprisa, me preguntaba si Karla habría ido a mi salón a buscarme, miles de preguntas cruzaron por mi mente, me sentí vulnerable ante mi propio sentimiento, al salir de ese pasillo pude verla todavía me detuve y la contemple, su alta figura, su caminar firme y seguro, su cabello reluciente al sol, el corazón me golpeaba con fuerza, me embargo un sentimiento tan extraño, que empecé a caminar hacía ella cada vez un poco más rápido, ¿qué era esta extraña sensación que me estaba oprimiendo el pecho al grado de dificultarme respirar?, no lo sabía no lo comprendía no podía entenderlo sin embargo estaba corriendo tras ella, ¿qué sucedía conmigo?, ¿por qué estaba haciendo eso?, ¿es que acaso no me importaba si alguien me miraba y se preguntaba de mi extraño comportamiento?, ¡no lo sabía!... simplemente necesitaba alcanzarla y así lo hice al llegar al área de los laboratorios la tome de la mano. - Laura – me dijo al volver el rostro me sonrió por un instante y acto seguido pude notar su gesto de extrañeza - ¿sucede algo? – me pregunto posando su mano sobre mi hombro. - Maestra – dijo un chico asomándose por la puerta – ya todos acabamos ¿nos podemos ir ya? - Si adelante – contestó mirándolo fugazmente En menos de dos minutos el laboratorio quedo por completo vacío, Karla me tomo de la mano y nos metimos me hizo una seña con la mano para que me sentara en una de las bancas. En ese momento salió Lorena que era la chica que se encargaba de administrar el material a los alumnos para las prácticas. - Karla voy a salir a comer ¿vas a estar aquí? ¿te puedo encargar en lo que regreso, por favor? - Sí por supuesto no hay problema – le contesto mientras borraba los ejercicios escritos en el pizarrón. - De acuerdo nos vemos luego, Laura pon mucha atención a tu clase – me sonrió y salió del laboratorio; Karla cerró bien la puerta y se dio la vuelta para verme, al ver su azul mirada me dieron unas profundas ganas de llorar, pero me contuve aún cuando fui consciente de que mis ojos estaban anegados en llanto. - ¿Qué sucede Laura? – me pregunto acercándose a mí. - Karla – pude apenas pronunciar su nombre, baje del asiento y me abrace a ella y me solté a llorar ella me sostuvo entre sus brazos – tranquila preciosa, tranquila, estoy contigo amor, estoy contigo amor – sus palabras tenían un irónico efecto en mi por un lado me reconfortaban y por el otro me llenaban de una profunda aprensión. Me llevaron a pensar “¿si te dijera que ella me a besado?...¿si te confesara que fue más de una vez?... ¿si te lo dijera me lo perdonarías?” la abrace más fuerte, quería fundirme en ella, quería sentirme protegida entre sus brazos… y mi mente seguía preguntando “si te confesara que ella me ha hecho una pregunta y que no tengo la respuesta…¿serías capaz de perdonarme?”… pero mis labios no se atrevían a decir palabra alguna, tan solo me limite a llorar entre sus cálidos brazos, mientras mi mente era presa de las más inquietantes preguntas, la principal y más aterrante era “¿podré ser sincera con ella y confesarle lo que ha pasado entre Dennis y yo?”… Estábamos solas en el laboratorio, la puerta cerrada, mi cuerpo entre sus brazos, levante mi rostro y la bese como siempre tan estúpidamente, tan torpemente, ella correspondió a mi beso, sí… era tan diferente al de Dennis, cuando Karla me besaba podía sentir en el vientre una clara sensación de calor que me hacía desear que sus manos recorrieran el completo de mi cuerpo y no solo estuvieran fijas en mi espalda. Rozamos nuestros labios varias veces, por un momento sentí como si deseara lavar los besos de Dennis de mi boca, al pensar en ella un leve estremecimiento me sacudió el cuerpo, ¿pero fue por haber pensado en ella o por qué las manos de Karla empezaron a descender a lo largo de mi espalda? lenta… muy lentamente, ¡que caricia! me apreté más a su cuerpo e incremente la intensidad del beso le escuche gemir suavemente y fue tan increíble la sensación de haberla oído que mordí suavemente su labio inferior, me levanto con facilidad y me recostó sobre la mesa de prácticas, abrí la piernas y ella se acoplo a mi cuerpo, se inclino hacia mí y me beso con mayor intensidad mis manos se deslizaron por su espalda, beso mi cuello y fue la sensación más increíblemente electrizante que alguna vez sentí, un largo suspiro emití al sentirla pasar sus labios por el largo de mi cuello apreté mis manos sobre su espalda necesitaba sentir más profundamente esa caricia, me desabotono el suéter y parte de la blusa, me volvió a besar, mordió lentamente mis labios, beso mi barbilla y deslizó su boca por mi cuello lentamente en una suave línea recta hasta llegar a mi mal acomodada corbata que yacía sobre mi pecho. Mi respiración se había agitado y volví a sentir la misma excitación que me embargo el primer día que pensando en ella me hizo llegar al clímax del deseo. Sus manos se movieron lentamente por mis hombros, su boca levemente entreabierta y fue entonces al depositar sus manos sobre mis pechos que al levantar la vista vi ese destello de pasión en sus ojos, un claro deseo que compartí con una mirada intensa, colmada de correspondida ansiedad. El ruido que provoco que temblaran los vidrios de las ventanas superiores del laboratorio al alguien recargarse fuertemente contra la pared nos hizo separarnos en segundos, mis manos aun temblaban al acabar de colocarme la corbata, Karla se acomodo la ropa sin dejar de mirar hacia la puerta, tras unos minutos de completo silencio ambas suspiramos con cierto alivio, Karla camino hacia la puerta lentamente, le miré respirar profundo antes de abrir la puerta del laboratorio. - “¿Pero qué estoy haciendo?” – me recriminé mientras miraba el pasillo vacio sea quien fuere el que se recargo de esa forma debía haberse ido enseguida, suspiré cerrando los ojos por un instante – “Laura aún no, ella no… yo no puedo llegar a eso porque ella aún es una menor de edad” – suspiré hondamente mientras cerraba los ojos y trataba de recuperar el control de mi misma – “¿Qué estoy haciendo?, esto que estábamos haciendo y luego aquí en la escuela, puede haberle causado un daño irreparable, además ella es una niña aún”. Cerré la puerta y me recargue sobre la misma, cerré los ojos tratando de recuperar mi grado y compostura, estaba actuando como una adolescente y eso no era correcto, escuche los pasos de Laura acercarse lentamente a mí, sus manos se posaron sobre mis hombros y descendieron en una cálida caricia sobre mis brazos. - ¿Sucede algo? – me pregunto un poco tímida y se levanto en puntas para besarme, pero hice a un lado el rostro y la separé de mi cuerpo. - Sí, Laura, sucede que no debemos hacer esto – me encamine hacía el escritorio – corremos un gran peligro aquí, sobre todo tu, aún te faltan dos años y medio de escuela como para que quedes marcada como la “rara” – hice comillas con mis dedos enfatizando esa palabra – y que lo tengas que soportar. - Pero nadie tiene porque saberlo – me dijo caminando hacia mi. - Si seguimos así terminaran por descubrirnos – me giré para verla seriamente. - Pero – se acerco más a mí un poco dubitativa – pero… me tomo de la mano… lo vi en tus ojos – dijo mirándome con suplica en su voz – lo vi en tus ojos me viste de esa forma… - sentí como me ruborizaba ante la intensidad que miraban en esos ojos verdes – yo también… yo también quiero sentir… yo… - No – le interrumpí – no es correcto – me solté de su mano y me giré dándole la espalda – aún eres una niña. - ¡Deja de decir que soy una niña! – me reclamo y me volví a verla – ¡deja de decir eso!, ¿qué?... ¿qué culpa tengo yo de haber nacido 9 años después que tu? – sus ojos se anegaron en llanto – si tu no me quieres entonces… entonces… ya habrá quien me quiera… - apretó sus manos fuertemente – no a todos les parezco una niña – dijo y salió corriendo del laboratorio. - Laura que… - me quede como una idiota tratando de digerir sus palabras - ¿Qué quisiste decir con eso? – mil miedos se apoderaron de mi, conjugados con una incertidumbre del tamaño del mundo. Corrí por las jardineras, hasta llegar al refugio donde Dennis me había besado, al entrar pude ver a Dennis sentada con las rodillas abrazadas y su frente recargada sobre las mismas. “¿por qué hasta ahora Dennis?” – pensé – “¿Por qué hasta ahora me demuestras lo que sientes?” “¿Por qué hoy que ella está en mi vida?”… “¿pero está realmente en mi vida?”…”¿lo está?”… “¿siempre me va a mirar como si me tratará de una niña?” ese último pensamiento fue el que más me dolió, ese pensamiento fue el que… el que me orillo a… - Dennis… - dije en voz baja ella alzo lentamente la vista y me miró con una tristeza que me hizo doler el corazón. - La…u…ra – pronuncio mi nombre con voz ahogada y giro la vista a un lado. - De…nnis… - me arrodille frente a ella le tomé el rostro con mis manos y la bese, un beso que mezclaba el sabor de sus lagrimas y su tibia saliva, primero tímido, después… un poco más profundo…después sus manos sobre mi cuerpo… después ella sobre mi…después sus labios sobre mi cuello… y mi deseo aumentando… mis ojos cerrados… su delicado peso sobre mi… después mi deseo aumentando… y mis ojos cerrados… y sus labios en mi rostro y en mi pecho… y yo… yo con los ojos cerrados… porque no era Dennis… no quería que fuera ella… mis ojos cerrados, añorando que fuera ella… Karla. Ya había recorrido toda la escuela y Laura simplemente no estaba, ¿dónde?, ¿dónde podría estar?, empezaba a preocuparme ¿se habría ido a su casa?, ¿Por qué me dijo todo eso?, ¿a quién se refería? ella me dijo que no había tenido… me detuve en seco al pensar en Dennis… ¿sería ella a quién Laura había hecho referencia?... no podía quedarme con la duda, caminé por la explanada principal hacia el salón de esa chica, a cada paso me oprimía una molesta sensación de angustia, si Dennis no estaba ahí y Laura no aparecía por ningún lado entonces… entonces… no quería imaginarlo siquiera, sentí el golpe de los celos, avasallarme por completo la razón. Ya no estaba lejos de su Edificio unos pasos más y llegaría. - Profesora Karla – la voz del Director me hizo detener en seco, me giré para verlo - Venga acá hay algo que necesitamos discutir seriamente usted y yo- su tono de voz me intimido, cosa rara, nunca nada me ha intimidado más que… ella… esa mujer que fue mi purgatorio e infierno en la tierra, tragué saliva mientras me hacía señas para que me acercará a él. Solo faltaban unos pasos necesitaba ver a Dennis sentada ahí… en su lugar de siempre para sentirme tranquila pero... – ¿Bueno es que no se piensa mover? – me pregunto con un dejo de impaciencia que me molesto. Avance hacia él y mi duda… mi duda me acompaño. Esto no estaba bien, no estaba bien, al abrir los ojos no sería Karla, no sería ella, pero… pero se sentía…¿bien?... no… no se sentía bien… nada bien… ella era Dennis mi mejor amiga, era ella y no Karla… era ella y no Karla… me incorporé de golpe haciéndola a un lado de mi, me miró con extrañeza y yo… yo me vi con la mitad de mi blusa desabotonada mi corbata junto a la hierba a un lado de ella, mi sostén movido… y una terrible humedad entre mis piernas. - ¿Pasa algo? – me pregunto Dennis con claro temor en su voz - Esto es… esto es… - repetí mientras me acomodaba la ropa tan rápido como podía. - ¿Esto es qué Laura? – me pregunto incorporándose y tomando mi corbata. - Esto es un… un… - se paro frente a mí y me levanto el cuello de la blusa y me puso la corbata, la ato lentamente, formando perfectamente su forma, si había alguien que hacía unos preciosos nudos era ella sin duda. - Está bien Laura – me dijo mientras bajaba el cuello de mi blusa y me ajustaba el nudo a la altura adecuada – solo dime que no sientes nada por ella. - ¿Cómo? – pregunté sorprendida. - Sí, Laura solo, solo confírmame lo que me acabas de demostrar, que aquí la única que te importa soy yo. - Pero… - ella coloco su dedo índice sobre mis labios. - Laura – me dijo suavemente – sé que sientes algo por mi, de otra forma… y si no es así ¿por qué me besaste? - Dennis yo… - Shzzzz, no digas nada Laura ¿necesitas tiempo para pensarlo? – me dijo cerrando los ojos y suspirando profundamente - ¿es por tus creencias verdad? - De.. – me puso la mano sobre la boca impidiéndome decir nada. - No, Laura… está bien ya te lo dije… necesitas tiempo y te lo daré, solo no tardes demasiado – me dejo ahí y se fue, antes de irse me volvió a besar y yo… yo… correspondí a su beso. Ahí estaba yo de pie mirando la blanca pared manchada de humedad sin saber que hacer… ¿qué es lo que había hecho?... ¿Qué es lo que había hecho?... mis piernas no me sostuvieron más y caí al suelo mientras mis ojos seguían derramando lagrimas y yo… me sentía una… basura. --------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
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