Capitulo 7: Dennis 1.1

2829 Words
Gloria lloraba recostada sobre la cama, hacia un rato que Román se había marchado, siempre era lo mismo, era frío y rara vez se mostraba dulce con ella, era como si la odiara más que amarla, una vez más fue incapaz de decirle que estaba embarazada…a esas alturas de la carrera y hacerle eso a él ¿acaso no estaba siendo terriblemente egoísta?, ella sabía para sí misma que no podía decírselo por más que deseara, tenía bien sabido que Román no se metería a trabajar en absoluto y que se sentiría desilusionado de ella… así que, era mejor así, debía dejar ya de pensar que quizás un hijo le uniría más a él… en verdad que seguramente sería todo lo contrario… aún así… quedaba esa esperanza… como sea el destino de ese nonato estaba ya decidido y eso le arranco el más amargo de los llantos. - Estamos solitos bebe – dijo tocándose el vientre – y tu … - rompió en el más amargo de los llantos – no… no puedes nacer… perdóname chiquito… bebito… Romancito… - elevo la mano un poco y apretando la mano con fuerza se golpeo el vientre, grito de dolor y se recogió de piernas sintió un ardor y una ligera palpitación, se llevo las manos al vientre y se sintió la peor de las personas; era una vida inocente la que llevaba dentro de sus entrañas… era su hijo… carne de su carne… sangre de su sangre… sus manos yacían sobre su vientre… su mirada fija a la pared… perdida dentro de sus propios pensamientos… - que me golpeé así no servirá de nada… tengo que ir a esa clínica… tengo que ir – repitió infinidad de veces como susurrando al aire hasta que el sueño la venció. Román había llegado a su casa, mal saludo a su madre y se encerró en su cuarto, se metió al baño y volvió a bañarse, su rostro denotaba el asco que sentía. Al salir quedo desnudo y se paseo de un lado a otro con el entrecejo fruncido, el agua resbalaba por su cuerpo, se hecho el cabello hacia atrás, mientras tomaba por vigesimosexta vez el celular y marcaba al de Julián. - ¿Dónde estás hijo de tu puta madre? – bufo al escuchar la transferencia al buzón de voz - ¿estás cogiéndote a esa perra? – eres una mierda pendejo ¡eso eres! – lanzo el celular con furia a la cama – camino hacia su closet y de bajo de unas pesadas cajas llenas de mancuernas y de pesas para ejercicio, saco un cd. Bien envuelto y protegido, lo puso en su reproductor se acomodo en su sillón reclinable y se coloco los audífonos, sus manos bajaron a su entrepierna mientras miraba en el video a dos hombres encontrarse “casualmente” en el bar de un hotel y al poco rato de cruzar dos palaras subir a una de las habitaciones para hacer el amor… si es que se le podía decir a ese tipo de encuentros… hacer el amor… paso esa tarde mirando p*********a mientras se masturbaba… era una buena excusa pues Julian lo “estaba” orillando a hacer eso. -------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- ¿Lo amaba o no lo amaba?... ¿cómo es que estaba él arriba de ella?... ¿y si llegaba su mamá de improviso?... ¿cómo es que Armando puede ser tan necio como para haberse saltado las clases e ir directo hasta ella a dejarle su mochila?... ¿Por qué se movía así sobre sus caderas?... ¿Por qué empezaba a sentir ella esa extraña sensación? - ¿Puedo? – pregunto jadeante - ¿Puedes que? - Tantito ¿si?- dijo mientras le levantaba su falda y él se bajaba su bragueta. - No – lo empujo mientras se sentaba a un lado de él – y miraba entre temerosa y curiosa el bulto que se formaba dentro de los bóxers del chico. - Me dejaste picado – bufo el chico mientras echaba la cabeza hacia atrás y se metía las manos dentro del bóxer. - ¿Qué estás haciendo? – le pregunto Dennis con el rostro completamente sonrojado. - Nada – dijo molesto - Está bien pero… - ¿En serio? – se volvió para mirarla sin dejarla acabar. - Si pero… - Te prometo que no te dolerá – dijo irrumpiéndola de nuevo. - Está bien pero no debes de entrar – dijo sin dar crédito a lo que estaba diciendo. - Sí, sí, no te preocupes. - “¿Qué estoy haciendo?” – se pregunto mientras se acomodaba de nueva cuenta sobre el sofá y se dejaba quitar su ropa interior, tenía miedo, curiosidad, incertidumbre… había confusión en su mente y se había quedado excitada, había deseado que Laura la hubiera seguido besando… sus besos, sentía crecer la humedad… el pecho semi desnudo de Laura… cerro los ojos… su boca sobre el cuerpo de Laura… la humedad entre sus piernas crecía… o era el rítmico deslizar sobre sus tiernos pliegues lo que le estaba provocando esa sensación… - ¡ouch!! – abrió los ojos y empujo al chico hacia atrás - ¡¡Eso duele!! – le grito mientas lo hacía a un lado. - Perdón – dijo el chico – trataré de no volverlo a hacer. - Ya no quiero – mejor vete – “Laura” – pensó y empezó a sentir un asco contra si misma que casi la hizo volver el estómago en ese momento, ¿cómo podía decir que amaba a Laura, permitiéndole a Armando incursionar en su cuerpo de esa forma? - Estas bien Dennis – dijo el chico tocándole el hombro, sin embargo la retiro y bajo la cabeza al notar en el rostro de su “novia” el gesto de asco y sobre todo repulsión que lo hizo sentir más que incómodo avergonzado, se subió los pantalones y sin mirarla se levanto – ¿quieres que me vaya? – pregunto tomando su mochila. - Sí – fue su seca respuesta. - Entonces… - dijo el chico acercándose a la puerta – nos vemos luego – salió sin mirarla, sintiéndose completamente frustrado. - “¿Luego?”... - pregunto Dennis en su pensamiento – “Laura” – sus ojos desprendieron lagrimas – “¿Qué estaba haciendo… Laura?” – se levanto corriendo del sofá entro en el baño y comenzó a vomitar sobre el lavabo. Su ropa interior quedo sobre el sofá, mientras ella se encontraba en el baño su hermana entro, suspirando por haber llegado a casa, dejo su portafolios a un lado se acerco al sofá y miro extrañada la ropa interior que se hallaba tirada sobre el suelo, había visto a lo lejos al chico que era el novio de Dennis, pero no asimilo nada hasta que escucho ruidos provenientes del baño, al acercarse y entreabrir la puerta pudo percibir el hedor del vomito y a su hermana abriendo las llaves de agua, abrió la puerta de golpe haciendo que Dennis se sobresaltara. -------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- No era una situación agradable, su pequeña hermana aún tenía en la comisura de la boca trazas de comida a medio digerir, la miraba atentamente sin saber que decir, tenía tantas cosas arremolinadas en la cabeza que a duras penas pudo controlarse al hablar. - ¿Usaste… protección? – pudo al fin articular. - Yo… - Dennis sentía un nudo en la garganta y en la boca del estómago, una nueva nausea provocada por el temor se apodero de ella obligándola a soltar nuevamente el vomito que esta vez mancho sus zapatos negros. - ¡Demonios!! ¡¡No me vayas a salir ahora con que estas embarazada Dennis!! – dijo al tiempo que agarraba a su hermana de la cintura al ver como se sostenía del lavabo para no caer. - No – dijo con dificultad – yo no… no paso nada – respondió al tiempo que le miraba con los ojos llorosos. - “Mierda – pensó Andrea – sabía que esto pasaría algún día pero no creí que fuera a pasar tan pronto… tan… rápido, ¡mierda es solo una niña!” – suspiro por lo bajo mientras sostenía a su hermana y la sacaba fuera del baño, le dejo en las escaleras y le ordeno que subiera a su cuarto, en un rato subiría a hablar con ella le dijo, volvió al baño y abrió la pequeña ventana para disipar el hedor que impregnaba el ambiente – “siempre supuse que sabría que decirle en este caso… pero… la verdad es que ¡no sé que debo decirle!… ¿cuándo dejo de ser una niña?" - salió del baño encaminándose a la cocina, necesitaba algo frío para serenarse un poco y tratar de ordenar todo aquello que sabía tenía que decirle a su pequeña hermana la cual estaba a pesar de ella convirtiéndose en mujer. - Andrea le va a decir a mi mamá y mi mamá le va a decir a la mamá de Laura y entonces… entonces… Laura – Un nudo enorme se le hizo en la garganta, sintió que las entrañas se le contraían con gran fuerza, tenía un miedo atroz, un miedo que nunca sintió – Dios ¿Qué voy a hacer?, ¡Qué voy a hacer?, ¡Qué voy a hacer?– se llevo las manos a la cabeza jalando su castaña cabellera con fuerza mientras derramaba el llanto. Mientras tanto Andrea estaba sentada en la cocina con su barbilla recargada en las manos, miraba el hielo derretirse lentamente en su obscura bebida, trataba de serenarse mientras mentalmente repasaba la forma como le diría a Dennis que aun cuando confiaba en que no había pasado nada, la llevaría al ginecólogo a que le hicieran una prueba de embarazo y a revisar que el tipo ese no le hubiera trasmitido ninguna infección, sabía que no podía detenerla de acostarse con ese chico o algún otro pero tenía que decirle de que forma debía protegerse para no solo no quedar embarazada, sino para evitar cualquier tipo de contagio; también pensaba en si decírselo a su madre o dejarlo así, suspiro profundamente hundiendo la cara en sus manos. - Andrea – la voz tímida de su hermana le hizo volver el rostro - ¿puedo hablar contigo? – los ojos llorosos de su hermana y su pálido semblante le preocuparon, solo atino a asentar con la cabeza. - No paso nada – le dijo mirándola con toda la sinceridad de que era capaz – no sé porque lo he hecho te lo juro, lo único que hizo fue… – volvió la cara a un lado pues no podía verla de la vergüenza que sentía. - ¿Te penetro? – pregunto seriamente. - No – respondió Dennis tragando saliva. - ¿Estás segura? – pregunto ansiosa - Sí – dijo tímidamente. - ¿Entonces eyaculo fuera de ti? - ¡No!, ¡no! ¡¡no!! ¡¡¡ya te dije que no!!! – comenzó a llorar. - Dennis – Andrea se levanto de la silla y abrazo a su hermana – lo lamento pero tengo que llevarte a que te revisen, ¿entiendes? - No, no – su voz se fue apagando mientras le miraba – te juro que no paso nada en verdad, por… favor… créeme… - rogo con un hilo de voz. - Dennis – la abrazo mientras suspiraba profundamente – necesitamos hablar, ven siéntate y platiquemos ¿si? – le miró tiernamente y le beso en la frente, mientras Dennis asentaba, limpiándose las lagrimas con el envés de la mano. -------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- Abrí los ojos lentamente, la habitación se había teñido de atardecer, levante suavemente el rostro, me había quedado dormida de lado, con la cabeza recargada en el hombro de Karla y mi brazo estaba posado sobre su pecho, que podía sentir subir y bajar rítmicamente, levante mi mano y la deslice sobre su ébano cabello… tan suave… tan sedoso… tan brillante… una noche sin luna ni estrellas, una noche que me iluminaba con un extraño resplandor, toque su mejilla, se sentía tan suave, tersa y tibia que me hizo sonreír suavemente, mi cuerpo era suyo mi vida era suya y su vida era mía… su rostro… tan hermosamente esculpido, tan… perfecto, tan preciso… sus labios que intimaron en lo más profundo de mi ser, tocando lo más sensible de mi encendido cuerpo que despertó al amor… a su amor, a su cielo, a su dulce vals, en el cual me guió a la perfección llevándome lentamente en una suave cadencia que me hizo tocar el cielo, que me hizo sentir…mujer. Tu cuerpo, tus labios, tus manos, tu aliento… tu… sexo… tu forma de amar, ¿era un sueño acaso?... espero que no, no puede serlo porque yo quiero que esto sea cierto y muy real, esto tiene que ser una realidad, ese movimiento tenue de tu pecho subiendo y bajando lentamente, tus labios entreabiertos y tus ojos perfectamente cerrados… tu… mi esencia en tu piel, esa fragancia tan tuya que se ha adherido a mi ser, deben de ser una realidad, me acomodé lentamente de lado para poder admirarle mejor, mientras mi dedo índice delineaba su perfecta simetría. - Eres hermosa – susurré - No tanto como tu – me respondió aun con los ojos cerrados y una tenue sonrisa se formo en sus labios de miel. - ¿Estás despierta? - Ante caricias tan maravillosas es inevitable despertar, ¿Qué hora es? - El sol se está poniendo – respondí mirando el dorado de las nubes a través de la ventana. - Eso significa que puedo hacerte el amor nuevamente ¿no es así? – abrió los ojos lentamente y ese azul inmenso me arrastro como si se tratase de un remolino sin fin. - Amo… – me acerque lentamente a sus labios – tus ojos – al sentir la suave presión de su boca sentí todo mi ser encenderse de nuevo, la pasión me quemaba mientras sus expertas manos me recorrían nuevamente con tal maestría que pensé por un momento me harían perder la razón. Su boca, deslizándose por mi cuello, su respiración cerca de mi oído excitándome cada vez más. - Eres exquisita Laura – me susurro lentamente, rozándome suavemente el lóbulo de la oreja con la punta de su lengua. - ¡¡Aah!! – que bien se oía mi nombre susurrado de sus labios, esos labios que estaban haciéndome perder la razón. - Voy a devorarte a besos – me dijo tan seductoramente que sentí que el alma se me saldría por el pecho, me dio la vuelta y quedo sobre mí, un roce, sus miles de caricias, sus manos explorándome una vez más, su boca tibia recorriéndome por completo, mis manos aferradas a su espalda, un río salvaje recorriendo mi entrepierna, ella sedienta de mí y yo de ella, yo su oasis y ella mi paraíso. Yo… su mujer… ella mi perfecta amante… ella sincera… y yo… una mentira andante. -------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- Lejos de ahí, Julián miraba la televisión junto con Alejandra, su mirada puesta sobre las imágenes que se presentaban, pero su mente tan lejos de ahí, midiendo el tiempo, sintiendo su cuerpo tensarse, un calor interno le empezaba a sofocar, el estar con su novia, el estar ahí a salvo de los reclamos de Román no duraría por siempre y lo peor de todo es que no estaba seguro de poder darle nuevamente a su mujer una muestra de pasión como la anterior, pensaba seriamente en lo que le diría a Román, ¿cómo le explicaría que se acostó con ella?, ¿Cómo lo haría cuando sabía que Román nunca tocaría a Gloria?, ¿cómo explicaría que lo hizo estando fuera de si mismo?. - ¿Te sientes bien amor? - Sí, sí, todo está bien – intento sonreír sin mucho éxito. - ¿Estás seguro chiquito? – le acaricio la mejilla. - Sí, todo esta bien, no te preocupes – le tomo la mano y se la beso – debo de irme. - ¿No prefieres quedarte? - Me encantaría mi vida y lo sabes bien pero no puedo, necesito cambiarme y bueno tengo que llegar a casa. - Comprendo. - ¿Paso mañana por ti?, ¿no importa si es más temprano de lo usual?, así desayunaríamos juntos ¿Qué opinas? – con ello Julián deseaba no quedar a solas ni un momento con Román pues en verdad sentía la angustia apoderarse de él a medida que sabía que la realidad le estaba llevando de nueva cuenta a su acostumbrado martirió. - ¿Te parece bien si soy yo la que paso por ti mi cielo? - ¿Estás segura? - Sí, será un placer pasar por el amor de mi vida – le sonrió con tal devoción que por un momento Julián se sintió verdaderamente amado, motivo por el cual le abrazo con ternura. - De acuerdo, te espero entonces preciosa.
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