Capitulo7:Dennis 1.3

4484 Words
El timbre de mi puerta me hizo levantar de un salto, miré el reloj y por un momento desee que se tratará de Laura pero, era ya algo tarde como para que fuera ella, sin embargo recordé que Iván me dijo que vendría a verme, así que me puse mi bata y baje a toda prisa, no pude evitar sonreír al imaginar la cara que pondría cuando supiera que tenía novia sin embargo cuando le abrí mi sonrisa se desvaneció al ver su cara de tristeza y preocupación. - Iván - Es un tipete rubio – me dijo preocupado. - ¿un tipete? - Sí un tipo que tiene toda la pinta de engreído que … - Pasa – le dije interrumpiéndolo - ya me lo contarás todo mientras te tomas un café. - Un engreído rubio Karla – le dijo mientras pasaba. - Siéntate mientras preparo café. - No lo puedo creer – me dijo sin prestar atención a mis palabras – jamás creí que mi hermano pudiera cambiar de tal forma, nunca vi tanto miedo en sus ojos – siguió hablando mientras caminaba de un lado a otro. - ¿Entonces hablaste con él? – le pregunte mientras Iván asentaba con la cabeza. - Me dijo que al tipo ese le gusta cubrir las apariencias y que tanto él como su “novio” – uso las manos para formar comillas – tenían novias en la facultad. - Bueno Julián es Bisexual así que… - ¡¡Nooo Karla esa es una mentira!! ¿cómo?... ¿cómo puede existir algo como la bisexualidad?! – pregunto haciendo aspavientos con las manos. - Iván tu sabes bien que Julián llego a tener “amigas” si es que le podemos llamar así y… - Pero es que estaba en un error, aun no se había decidido por los hombres. - Iván ¿quieres tranquilizarte? Si te pones así no hallaremos solución alguna. - Perdona es solo que ¡no sé que rayos le pasa! - Siéntate y platiquemos ¿de acuerdo? - Esta bien – dijo con tono cansino, mientras se dejaba caer en el sofá y hundía el rostro entre sus manos. Entre a la cocina y le deje a solas, sabía que era mejor dejarlo respirar para que se tranquilizara, preparé café y lo lleve a la sala. Ahí estaba mi mejor amigo, aún con la cara entre las manos, deje las tazas en la mesita de café y me senté a su lado para abrazarlo y reconfortarlo, él recargo su rostro en mi pecho y me rodeo con sus brazos mientras yo acariciaba su obscuro cabello. - Vamos a encontrar una solución a este problema Iván, de una u otra forma le encontraremos una solución cariño, tranquilo. - Pero… es que… - sollozo – esta tan cambiado Karla, si pudieras verlo no parece el mismo. - Te creo Iván, pero eso no nos va a impedir hallar una forma de hacerle ver que esta en un error al permitir que la “persona que ama” si es que se le pude llamar así lo obligue a hacer cosas solo por querer cubrir las apariencias. - Es mi hermano y yo lo amo, es mi única familia, el único que me acepto cuando todos los demás me dieron la espalda, ni si quiera he podido ver a mis padres de nuevo después de que… - Lo sé mi vida, lo sé, por favor Iván, no quiero que te deprimas ¿oíste?, tu sistema inmunológico disminuye al deprimirte y lo sabes bien. No te quiero perder, eres mi mejor amigo, y Te Amo Iván. Por favor si quieres ayudar a Julián debes de cuidar tu salud, si enfermarás sabes que podrías… - Lo sé – se aferro a mi cuerpo – tengo miedo, cada día que me levanto pienso si será el último que veré mi rostro joven y saludable – sonrió amargamente mientras susurraba – Rodolfo ese hijo de puta… ¡Dios! Si pudiera volver el tiempo atrás. - Eso no es posible amor, sin embargo puedes prevenir tu futuro, hasta el momento lo estas haciendo bien. Además no fue tu culpa de haber sabido que… - No Karla, no es verdad, estaba tan deseoso de sentir… quería tanto experimentar, que accedí a propia voluntad – se apretó más a mi cuerpo. - Iván deja de atormentarte, el tipo ese te doblaba la edad y era responsabilidad de él haberte protegido y ni si quiera lo hizo. - Si hubiera sabido, si tan solo… - Iván… - le solté suavemente, le tome el rostro entre mis manos e hice que me mirará – no hay nada que hacer ¿entendiste?, pagamos los errores que cometemos de una forma u otra, si sigues anclado al pasado no conseguirás más que amargarte la vida, eres VIH positivo sí, esa es una realidad, pero has sabido cuidar de ti, mírate, eres todo un profesionista, tienes una relación estable con Andrés y tienes un hermano que siempre te apoyó y que ahora necesita de ti, así que no es tiempo de que te dejes caer, por el contrario es hora de fajarte los pantalones y dar cara a este problema ¿entendiste?... por si fuera poco me tienes a mí, que siempre estaré para ti, que siempre estaré a tu lado – no pude evitar soltar lagrimas al ver su rostro de niño perdido, le besé la frente y lo atraje a mi pecho – sabes a sal – le dije tratando de sonreír. - Karla – musito suavemente y por el tono de su voz supe que sonreía suavemente – es extraño ¿sabes? Debería de tener un sabor a mango. - Estas bueno pero no tanto mi cielo. Ambos nos soltamos a reír, mientras lo sentía relajarse entre mis brazos. -------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- Cuando desperté di un gran bostezo, me estire a todo lo que pude y sentí mi cuerpo ligeramente adolorido y eso me hizo sonreír, la luz de la mañana inundaba mi cuarto, me hice una nota mental al ver que tenía un verdadero desastre con ropa por el piso mi escritorio lleno de libros y cuadernos y mi… je… bendito librero el cual…¡ah! creo que si lo llegara a arreglar ya después no encontraría nada, así que mejor lo dejo así, pero lo demás seguro que necesitaba orden, así que me empecé a mentalizar para arreglar mi cuarto el fin de semana. - Hija – dijo mi mamá mientras entraba a mi cuarto – apúrate porque en una hora tienes que estar con tu profesora, termina de tender la cama, báñate y bajas a desayunar antes de irte. - Si mamá en seguida bajo – en timbre se escucho. - Voy a ver quien es – dijo mi mamá – yo ya me voy al consultorio porque tengo cita con una paciente en 20 minutos. No te vayas a ir sin desayunar. - No mami – le dije mientras acababa de tender mi cama y ella salía. Cuando termine de arreglar mi cama me desvestí, tome las toallas y me metí al baño, temple el agua y se sentía maravillosa, me relaje mientras me caía por todo el cuerpo, me sentía plena y feliz en un rato más estaría con Karla y lo primero que se me vino a cabeza fue que le daría un gran beso para darle los buenos días. - Me encanta verte sonreír Lau. - ¡Dennis? – giré el rostro tan rápido que le salpique de agua - ¡hey! Eso moja – me dijo limpiándose la cara. - ¿Qué haces aquí? – le miré mal cubriendo mi cuerpo con las manos. - No es la primera vez que te veo bañándote – dijo con un dejo de tristeza en su voz que me hizo sentir avergonzada. - Lo lamento es solo que me sorprendiste – le dije cerrando las llaves de agua y envolviéndome en mis toallas - ¿Qué haces aquí? – le pregunte pasando junto a ella. - Nada solo… quería venir a verte… mi mamá no esta y Andrea ya se fue a la escuela y yo necesi... - En un rato voy a salir – le dije sin mirarla mientras me vestía – así que no voy a tener tiempo de platicar contigo, quizá en …. – el ruido de la puerta cerrándose tras de mi me obligo a volver el rostro Dennis se había ido, tan solo por un instante tuve ganas de ir tras ella, sin embargo no me moví de mi sitio, pero mi corazón... ¿por qué latía de esa forma? -------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- ¿Adónde ir?, ¿Qué hacer?, ¿Qué pensar?... ¿había algo que pensar?... ¿había algo que sentir?... Laura… Laura la había prácticamente bateado, le había dado la espalda… eso era casi como ignorarla… ¿cuándo cambio todo?... ¿cuándo sucedió eso?, ¿Cuándo dejo de ser importante para Laura?... ¿Qué paso que dejo de tener la atención de esos intensos ojos verdes?... - Yo – susurro suavemente – tengo que… - volvió a susurrar – tengo que desa…yu… no tengo hambre – sus ojos se anegaron en lagrimas – tenía que ir por… pero Laura… ella no me va a acompañar… ella… ella no quiere hablar conmigo – sus lagrimas surcaron su rostro lentamente mientras mantenía la vista al suelo y seguía caminando sin rumbo fijo. No sabía que sentía realmente hacia Dennis, como fuera ella era mi amiga, pero ahora… con todo lo que había estado sucediendo, con todo lo que paso entre nosotras… si esos besos me los hubiera prodigado al inicio de este semestre, si me hubiera tocado de esa forma antes de haberla conocido a ella… ¿pero hoy mismo querría aún eso?... si Dennis hubiera correspondido mis sentimientos… entonces… entonces nunca hubiera conocido a Karla de la forma como la conozco hoy… sus manos nunca me hubieran tocado, sus labios no hubieran rozado mi cuerpo de esa forma tan espléndida y maravillosa, pero quizás… hubieran sido esas otras manos las cuales me hubieran arrancado mil y un suspiros… Dennis… serían los ojos de Dennis los que me estarían llenando el alma, esos hermosos ojos color miel, esos dulces labios rosáceos serían los que besarían los míos, sus manos blancas como copos de nieve serían las que me prodigaran miles de caricias y al abrazarla sería el perfume de su castaño cabello el que llenaría mis pulmones con esa dulce fragancia que parece emanar naturalmente de todo su cuerpo. Me deje caer de lleno en la cama, al ser consciente de la necesidad que surgió en mi interior de tener a Dennis en ese momento… ¿Qué es lo que pasaba conmigo?... ¿Qué es lo que estaba realmente pasando conmigo?... ¿por qué sentía todo eso por Dennis, cuando había sido ya de Karla?... ¿Por qué sentía todo esto si ya había probado la felicidad en los brazos de ella?... Karla… y esa hermosa mirada tan azul, tan profunda y misteriosa… esos ojos llenos de ese dulce calor, esa ternura que me deshacía de amor con tan solo verlos… y esa sonrisa…¡Dios! Esa sonrisa que me hacía derretir y ser capaz de matar tan solo por mirarla, tan solo porque la dirigiera a mí. Esas manos expertas en sacar los más profundos y escondidos suspiros en mí. El n***o de su cabellera que se derramaba en mis blancas manos como si la noche fuera una cascada deslizándose sedosamente entre mis dedos. El sabor de su boca y la parsimonia y a la vez pasión con la que devoraba el interior de mi boca, esa humedad de su cuerpo combinándose a la perfección con la mía… ese calor que se fusionaba con el mío. Y el peso de su cuerpo haciendo presión contra mí, llenándome, envolviéndome profundamente lográndome hacer perder la razón en un mundo de placer hasta ahora desconocido para mí. Me levante de la cama al ver el reloj era ya casi hora de ver a Karla… sí, debía dejarme de pensamientos estúpidos, Karla era hoy mi presente… era ella la que tenía que llenar el completo de mi mente, tome mi libreta y salí de mi cuarto, sin embargo mientras bajaba las escaleras una pregunta cruzó mi mente. “¿Si hiciera el amor con Dennis… sentiría lo mismo que siento con Karla?”… Iván se quedo en mi casa, lo deje dormir un poco después de la hora a la que regularmente se levantaba, le mande un mensaje a Andrés para avisarle que Iván llegaría a la escuela a tiempo para sus clases… le preparé el desayuno y como lo consentí llevándoselo a la cama lo note de mejor humor, era como un niño pequeño y en verdad lo amaba el siempre estuvo a mi lado en los mejores y en los peores momentos de mi vida, yo le contaba mis secretos y él me contaba los suyos, yo anhelaba la felicidad de él y el anhelaba la mía. Siempre fuimos un gran equipo, siempre hemos estado juntos y espero que sea así durante muchos años más. Cerca de las 10 am lo estaba ya despidiendo en la acera de mi casa, quedamos que iríamos a visitar a Julián al día siguiente. Mientras abordaba su vehículo sentí a alguien chocar contra mi espalda. - Disculpe – dijo una voz apagada, me volví para mirar quien se había tropezado conmigo. - ¿Dennis? – pregunte un poco confundida, ella levanto su rostro y fijo la vista por un momento en mi para después mirar hacia el frente, seguí instintivamente su mirada. Iván me miró por el espejo retrovisor y le asentí con la cabeza mientras le sonreía y él me devolvía la sonrisa arrojándome un beso y guiñándome un ojo, arrancó el vehículo y se fue dejándome a solas con la mejor amiga de mi novia. – ¿te sientes bien Dennis? – le pregunté mientras posaba mi mano sobre su hombro. - Estoy bien – me contesto secamente sin embargo sus lagrimas me indicaron todo lo contrario. - No lo creo – le dije mientras levantaba su rostro con mi mano para verle bien – pasa a mi casa y te prepararé un té – le dije al tiempo que ella me miraba entre confundida y molesta. - Ya le dije que estoy bien – se soltó de mi mano y me miro con una extraña mezcla de coraje y confusión a la vez, se quedo por un momento mirándome directamente a los ojos y después de una breve pausa bajo lentamente la mirada hasta posarla fijamente sobre la acera. - “Tengo curiosidad Laura – pensé mientras miraba fijamente el suelo viendo las botas de la profesora de Química – sé que… creo que… pensaba firmemente que ella… que tu… pero ¿será posible?” - Bueno Dennis – me dijo la profesora de Química tengo que volver espero que eso que te tiene así se solucione No le respondí pero al momento que le vi girar un impulso se apodero de mí y le tome la mano, aún sin mirarle le conteste - Tomaré café no me gusta el té – dije mientras soltaba su mano y avanzaba un par de pasos para estar al lado de ella – tenía que saber, tenía que entender, tenía una fuerte necesidad de oírlo expresamente de sus labios. Me llevo a la sala y me invito a sentarme, la vi de reojo caminar hacía la cocina, me daba coraje admitirlo pero era cierto ella era realmente preciosa y eso me revolvió el estómago, porque podía darme una idea de porque a Laura le gustaba, si es que realmente le gustaba, ¿cómo podía alguien competir contra una mujer que parecía lista para las pasarelas de los más grandes diseñadores de ropa?, pero aún así… aún así tenía que saber si en ella también vivía el gusto por Laura… pero… - baje la mirada a mis manos – ese que vi a través del espejo retrovisor debía ser su novio, es el mismo que vi aquella vez que Laura y yo discutimos. - Creo que, ahora que lo pienso, fíjate que no... - No ¿qué?... - No, no andaría nunca con una mujer... de plano me quedo con los chicos. Recordé el trozo de conversación que tuvimos ¿y si Laura estaba tratando de decirme que le gustaba?, pero y ¿por qué no lo vi entonces?... pero… pero ¿cómo haberlo adivinarlo si toda su familia es una sarta de homofóbicos?, además… ¿Cómo podría haber…sabi…? – la pregunta murió en mis labios al recordar cada momento que pase con Laura, siempre estaba ahí para mi, en secundaria nunca se alejo ni un día de mi lado, había veces que la descubría mirándome intensamente y cuando volvía el rostro, ella se ruborizaba pero nunca interprete eso como un signo de que yo le gustará, siempre creí que eran juegos, imaginaciones mías, aún recuerdo las largas platicas donde con voz triste y resignada me repetía la larga letanía que escuchaba de su madre y sus hermanos y mientras lo hacía me sostenía de la mano y dibujaba sobre la palma de mi mano figuras sin forma, cuando dormía en su casa recuerdo sus brazos rodearme la cintura y su cálido aliento justo en mi espalda, siempre fue suave conmigo, siempre atenta conmigo, siempre cuidando de mi, incluso… incluso la manera como se enojo cuando le hable por primera vez de Armando… - “ Laura a ti… no te puedo besar o hacer el amor, ¿ya?... es lo que querías oír.” – ¡Dios! Recuerdo la cara que pusiste cuando te dije eso, ¡y me hiciste dudar tanto!, por una fracción de segundo, pensé que estabas celosa porque quizás yo te gustaba, pero cuando iniciaste con tu perorata de la escuela, mi futuro, el embarazo y todo eso, no pude menos que pensar que estabas actuando según te habían enseñado en casa, te sentí una santurrona… aburrida… pero… pero… - me lleve una mano a la frente y cerré los ojos con fuerza. - Toma – escuche su voz y abrí lentamente los ojos ella colocó una taza sobre la mesita de café. - Quiero azúcar y crema, no lo tomo solo – más que petición se escucho como una orden – ella me miró alzando una ceja, le sostuve la mirada - ¿Qué clase de anfitriona invita a alguien a tomar algo sin antes preguntar sus gustos? – pregunté encogiéndome de hombros para después volver el rostro y fijarlo en el ventanal por el cual se deslizaban lentamente los rayos del sol – pero si no tiene estará bien así – dije a propósito con tono resignado. - Descuida tengo lo que... “ordenaste” – hizo un ligero énfasis en esta última palabra – pero ¿sabes siempre hay dos palabras que pueden resultar muy útiles cuando alguien te invita algo. - Si supongo que sí – me contesto Dennis volviendo su rostro y mirándome fijamente a los ojos, le hice un ademán en espera de que continuara pero… - ¿No va a ir? – me pregunto al tiempo que tamborileaba los dedos en sus piernas, resoplé meneando la cabeza negativamente y la dejé nuevamente a solas. -------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- - Quiero azúcar y crema, no lo tomo solo – más que petición se escucho como una orden – ella me miró alzando una ceja, le sostuve la mirada - ¿Qué clase de anfitriona invita a alguien a tomar algo sin antes preguntar sus gustos? – pregunté encogiéndome de hombros para después volver el rostro y fijarlo en el ventanal por el cual se deslizaban lentamente los rayos del sol – pero si no tiene estará bien así – dije a propósito con tono resignado. - Descuida tengo lo que... “ordenaste” – hizo un ligero énfasis en esta última palabra – pero ¿sabes siempre hay dos palabras que pueden resultar muy útiles cuando alguien te invita algo. - Si supongo que sí – me contesto Dennis volviendo su rostro y mirándome fijamente a los ojos, le hice un ademán en espera de que continuara pero… - ¿No va a ir? – me pregunto al tiempo que tamborileaba los dedos en sus piernas, resoplé meneando la cabeza negativamente y la dejé nuevamente a solas. - Ese hombre del que se despidió no se veía muy atractivo – sentencié mientras me llevaba la taza a los labios. - El físico no lo es todo en este mundo – dijo ella enarcando las cejas y fijando su mirada en la pared de enfrente. - Quizás no pero es lo primero que atrae a las personas ¿no es así?, digo obviamente habemos personas guapas que atraemos a todo tipo de personas, digo particularmente sé que atraigo a muchos chicos y usted mal que bien tiene su atractivo y sé que le gusta a muchos de los chicos de la escuela – le miré atentamente para buscar algún indició en su rostro, aunque no estaba del todo segura que tipo de gesto esperaba ver en ella. - ¿En serio? – me pregunto con una rara sonrisa en los labios – bueno pues eso son cosas completamente indiferentes para mi, no me interesa si se sienten o no atraídos hacia mi – dijo apaciblemente y eso me exaspero porque no era la respuesta que esperaba – mi obligación dentro de la escuela es la enseñanza no estar viendo si le gusto o no a los alumnos. - Supongo – dije algo molesta – aunque bueno, honestamente no sé qué le ven a usted, la verdad yo soy más guapa – dije mientras me llevaba la taza a los labios nuevamente. - No puedo opinar sobre ello – dijo seriamente – la belleza es subjetiva, si a esos chicos les pareces atractiva pues… - ¿Oh sí? – pregunté al tiempo que la interrumpía, sintiéndome ligeramente ofendida – eso quiere decir ¿qué no me considera lo suficientemente bella? - Hay muchos tipos de belleza, y particularmente yo aprecio más la belleza interior a la exterior, esta mucho menos corrompida – me contesto mirándome fijamente a los ojos. - Bueno – dije sonriendo con burla – para una persona que casi parece modelo supongo que hablar de belleza interior es una forma poco… - La belleza es un arma de doble filo – dijo interrumpiéndome y note un dejo de tristeza en su voz - ¿sabías que hay flores que son maravillosamente hermosas?, tienen colores preciosos fuertes y bien definidos, algunas tienen un dulce aroma y tienen incluso un brillo peculiar que les hace resaltar más… pero – sonrió de medio lado sin mirarme – cuando el insecto se ha acercado a ella queda atrapado y ella se cierra sobre su víctima para devorarlo por completo. - Menos mal que no somos insectos. - No, pero caemos igual de fácil y muchas veces el dolor que nos conlleva es demasiado grande, no será el cuerpo pero nos devora el alma de una forma cruel y despiadada. El físico no lo es todo si el alma que encierra ese cuerpo es cruel y violenta, es como si esa persona fuera una rosa hermosa con espinas… te invita a tocarla por su armónico color y te hipnotiza con su dulce fragancia y al acercarte y tomarla entre tus manos observas como su espinas se clavan en tu carne y te desgarran de forma dolorosa y miras a la rosa preguntándote tiene tal belleza y ternura pero ¿por qué hace tanto daño? - No ha tenido suerte en el amor por lo que dice – dije al tiempo que dejaba la taza sobre la mesita. - No – dijo ella y se volvió a verme con un dejo de satisfacción en su cara – en el pasado no tuve suerte con el amor pero hoy es diferente, muy diferente a lo que viví en el ayer – se recargo de lleno en el sofá – pero no te confundas belleza y amor son dos cosas totalmente diferentes, a veces se confunde la belleza con el enamoramiento y muchas veces el amor se confunde con obsesión bajo la máscara de la belleza – me miro fijamente – Si crees que la belleza te llevará al amor entonces tienes una idea demasiado inmadura acerca de lo que en verdad significa. - ¿Ese hombre del que se despedía era su novio? – pregunté antes de que me saliera con otra rara filosofía sobre el amor y la belleza. - ¿Iván? – pregunto. - Es una pregunta tonta dado que no sé el nombre de él ¿no cree? – tome una vez más la taza y me la acerque a los labios. No sé por qué pero tenía un gusto infinito al mostrarme tan descortés y agresiva con ella. - “Nunca conocí a una persona tan altanera y pretenciosa como tu mocosa de… - pensé mientras le veía – “me encantaría decirte quien es mi novia, sobre todo si es que con ello pudiera sacarme esta duda sobre si te gusta Laura o son solo imaginaciones mías” – Tienes razón – le dije - su nombre es Iván, no te pregunto el nombre del tuyo porque entre mis papeles tengo el examen de tu novio Armando ¿no es así?, digo es el peor examen que he visto en mi vida – tuve cuidado de decirlo de una forma indiferentemente despectiva. - Los alumnos son el reflejo de los maestros – sentencio fríamente mientras me miraba con enojo. - Es curioso entonces – le dije - ya que tu en mis exámenes sales siempre prefecta y salvo por dos o tres alumnos el resto ha sacado buenas calificaciones – así que me parece según tu analogía que no es un reflejo de la forma como estoy enseñando sino una clara falta de interés en la materia por parte de él. - Si salgo perfecta en sus exámenes es porque la química es bastante fácil para mí, no realmente porque enseñe de maravilla - enfatizó eso último con sorna – Además Mi novio - volvió a enfatizar - es bastante inteligente – dijo ella y entonces sentí un gran alivio correr dentro de mí, lo dijo con tanta seguridad que me sentí mucho más tranquila – además de que – siguió hablando - es más atractivo que su noviecillo – lo dijo con un tono de desprecio, que me hizo enfadar. - No compares a un hombre hecho y derecho con un chiquillo en desarrollo – le dije levantando ligeramente la voz – Además es mi prometido - le señale más enfáticamente, en verdad se estaba extralimitando – no solo mi noviecillo como mal dices.
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