«POV Grecia
“—¿Dónde estás, nana? ¿Nanita?
Hay oscuridad, no puedo abrir los ojos, estoy en un oscuro rincón.
¿Acaso merecíamos morir así? ¿Por qué los buenos no son para este mundo? ¡Egan!”.
Abro los ojos, no sé dónde estoy, miró alrededor, madera, olor a humedad, la chimenea encendida, ¿dónde estoy?
Los recuerdos vienen a mí, mi nana está muerta… ¡Mi nana está muerta! Lágrimas calientes corren por mi rostro, me repito que no es cierto, es una pesadilla, pellizco mis brazos, mis piernas, pero el dolor me recuerda que es verdad, ¡es verdad!
La puerta se abre, me levanto al verlo.
—¿Tú?
Jacques está aquí, con la mirada hundida, el gesto más decepcionado que nunca le vi. Recuerdo sus malditas palabras, cada palabra está en mi mente, pero, siento que estoy disociada, nada es cierto,
