Por más que lo intentaba ya no era capaz de ver a Julio con los mismos ojos de antes, después de saber lo de su traición una gran parte de mí se desapegó de lo que algún día vi como una esperanza. A pesar de todo, él intentaba arreglar las cosas cuando llegué a mi casa tarde, por cierto, debido a lo que estaba investigando de Rosa, estaba allí en la sala hablando con mi madre. Tenía un gran ramo de rosas, un oso de peluche casi de medio metro y una caja de mis chocolates favoritos cubiertos con crema de avellana. Cualquier mujer en su sano juicio desearía tener un hombre así de detallista o algunas simplemente se conformaban con muy. No obstante, el hecho de saber que en ningún caso se es suficiente y siempre el otro está buscando la manera de satisfacer sus necesidades por otro lado, frus