Salimos esa noche Sara y yo dispuestas a pasarla muy bien. En cuanto le propuse el lugar al que quería ir ella se negó, le parecía que era muy caro para los sueldos que nosotras ganábamos, argumentaba que ese lugar solo estaba hecho para personas que tuvieran dinero en exceso. Solo por cumplir mis planes le dije que yo la iba a invitar, quería que fuera una noche especial porque ella era mi primera amiga en la empresa, las otras personas no parecían estar muy contentas con mi presencia, mientras que ella siempre me brindaba su ayuda. Así que a mi parecer se merecía, supuestamente, un trato muy especial. Ante ese argumento ya no tuvo mucho que decir, además, como la estaba invitando su factor económico no se iba a ver afectado. Llegamos hasta aquel lugar, todo era tan elegante que incluso n