Abril Lara Desperté con una sonrisa, no podía disimular la felicidad que sentía al haber conocido a alguien como Elías, él era el hombre perfecto. Cuando miré el reloj en mi móvil me di cuenta de que tenía un mensaje de “Buenos días, me avisas cuando pueda visitarte”, abrí mi boca sorprendida, él era muy atento, “Ten bonito día, te aviso ?” le respondí con una carita feliz. Después de que mamá me ayudará a bañarme y vestirme, pude notar como mis movimientos se estaban volviendo un poco más fáciles para mí, pero decidí no decirle a mi madre, no quería crearle falsas esperanzas de poder recuperarme, aún, pero me sentía feliz por que tal vez si practicaba lo suficiente mis ejercicios mis piernas pronto podrían responder. Como todos los días ayudé a mamá a poner la mesa mientras mi herman