Mientras conversaba con Elena, me vestí, no sabía que ponerme, no quería parecer una mujer de la vida fácil, así que decidí ponerme solo unos jean con una camiseta
—Amiga debiste de haberte puesto algo más seductor, no estarás frente a cualquier hombre— Dijo Elena tratando de convencerme de que cambiara mi ropa.
—Me siento bien vestida así, no quiero parecer una mujer fácil, porque aunque esté haciendo esto no lo soy— Le respondí con desánimos.
De repente escuché el timbre de mi casa sonar, respiré profundo, sabía que el chofer de mi jefe había llegado a casa para llevarme con Andrew.
—Deséame suerte por favor— Le dije a Elena mientras bajábamos las escaleras.
—No la necesitas, eres una mujer muy guapa, aquí te esperaré, necesito saber todo lo que suceda, supongo que vendrás hoy— Dijo Elena.
—No lo se, no trabajo los fines de semana, pero espero que si porque dormir con ese hombre sería algo difícil, no quiero imaginarlo— Respondí nerviosa.
Unos segundos después abrí la puerta, ahí estaba parado el chofer de Andrew, solo esperaba por mi, sin mediar una sola palabra entré al vehículo, fueron unos momentos cardiacos para mi.
Unos veinte minutos después, estaba en unos enormes departamentos , era el más caro de la ciudad, no todo el mundo podía entrar, no todos teníamos tampoco los medios económicos para hacerlo.
El chofer de Andrew me dejó frente a la puerta del departamento de Andrew, traté de componerme y olvidar los nervios que tenia, y después de eso toqué la puerta.
Toc Toc Toc
—Veo que tomó la decisión de venir— Dijo Andrew tan pronto abrió la puerta.
—Buenas noches señor— Fue lo único que pude decir con voz casi ronca.
Al entrar vi la delicadeza de ese departamento no tenia nada que envidiarle a una mansión, tenía de todo.
—Por favor pasemos a mi pequeña oficina, antes de hacer cualquier cosa primero debe de firmar unos documentos— Dijo Andrew mientras abría una puerta, justo ahí estaba su pequeño despacho.
—¿De qué documentos habla señor?— Pregunté nerviosa.
—Tome asiento, eso que tiene frente a usted debe de firmarlo antes de hacer cualquier cosa conmigo— Respondió Andrew mientras abría el documento desde su asiento.
En silencio abro el documento, lo estaba observando más no leyendo, no podía pensar con claridad.
—Empecemos, necesito que usted esté de acuerdo con estas breves líneas.
—De acuerdo señor— Respondí con sumisión.
—Este contrato inicia diciendo que me comprometo a pagarle la suma de 1,000,000 millón de dólares en partes, será dividido en 100,000 dólares mensuales, y si no se culmina el tiempo del total de la suma del dinero pagaré inmediatamente el resto.
—Estoy de acuerdo con eso señor— respondí tragando hondo.
—Punto número uno de este contrato: No podrá contarle a nadie sobre nuestra relación, esto podría provocar una indemnización monetaria, ¿Esta clara con esto?— Preguntó Andrew mientras me miraba fijamente.
—Si señor, lo entiendo— Le respondí con la voz temblorosa.
—Punto número dos: Tendrá que acudir todos los viernes a las nueve de la noche y tendrá que dormir aquí, no vamos a arriesgarnos, ¿Esta clara con esto?— Preguntó una vez más mi jefe.
-¡Oh claro que si señor! Puede continuar— Respondí con voz cortante.
—Punto número tres: Deberá de ser exclusiva por el tiempo de este contrato o de lo contrario podrían ser quitado todo lo que se le ha entregado, ¿Esta clara en esto?.
—Por supuesto señor, todo claro.
—Punto número cuatro— Deberá de tomar píldoras anticonceptivas, deberá realizarse análisis de sangre mensuales, con el único fin de evitar alguna enfermedad, o desgaste físico, ¿Comprende?— Preguntó Andrew con seriedad.
—De acuerdo señor.
—Y por último el punto cinco: jamás podrá salir embarazada, así que debe de cumplir con la tomada de las píldoras— Finalizó Andrew en decir.
—Lo he comprendido todo señor.
—Si está de acuerdo solo firme— Dijo Andrew mientras se ponía de pies.
Tomé el bolígrafo que me quedaba a mano derecha, y firmé el contrato que me tendría atada a mi jefe por un largo tiempo, en cierto punto no quería hacerlo pero recordaba que mi padre necesitaba de mi y que ahora yo debía de hacer este gran sacrificio.
—Ya está firmado señor— Le dije mientras le entregaba en sus manos el contrato.
—Muchas gracias Darcy, es bueno que haya aceptado todo— Respondió Andrew mientras guardaba el contrato bajo llave en un cajón de su escritorio.
—¿Puedo retirarme?— Pregunté con dudas.
—¿Retirarse? Usted acaba de firmar un contrataron donde dice que tendrá que ser mía todos los viernes , ¿Y sabe qué día es hoy?— Preguntó Andrew sin ningún tipo de expresión en su rostro.
—Hoy es viernes señor— Respondí casi sin voz, ese hombre quería tomarme como suya.
—Quiere decir que no se puede ir, vamos a mi habitación— Respondió Andrew mientras me tomaba de la mano.
Solo unos pocos segundos fueron necesarios para llegar a la habitación de mi jefe.
—Desnúdese— Dijo Andrew mientras se quitaba su ropa.
—¿Como dice?— Pregunté nerviosa.
—Ya sabe a lo qué vamos, me imagino que sabe de esto, así que solo tiene que satisfacer mis necesidades y ya— Respondió Andrew mientras se echaba a la cama.
—Esto es vergonzoso para mi señor, yo… yo…yo— No sabía cómo decirle que nunca había estado con un hombre.
—¿Usted que Darcy?— Preguntó Andrew mientras se levantaba de la cama y se acercaba a mi.
—Es que yo nunca, cómo le explico, nunca yo…— Respondí en voz cortada.
—Usted nunca ha estado con un hombre, ¿Es eso?— Preguntó él con sorpresa.
—Es lo que intentó decirle señor— Respondí mientras miraba hacia el piso, me sentí muy avergonzada.
—Eso vamos a arreglarlo, hoy las cosas serán diferentes, pero después todo será solo sexo sin caricias— Dijo Andrew antes de lanzarse a mis labios.
No respondí una sola palabra porque mi boca era una con la de él, entendí que no quería que recordara este momento como un desastre o el peor desastre de mi vida.