Alrededor de las once de la noche, Zack y Abby regresaron a casa. Había sido una velada muy tranquila y algo exhaustivo a la vez.
Abby quería reprimir lo que sea que le haya provocado Zack con aquel beso.
—He cumplido con lo que me pediste— Decía Abby una vez entraron a la habitación.
—¡Oh! no perderás tiempo en cobrar el intercambio— dijo mientras se posaba una ligera sonrisa en sus labios.
—¡Es lo Justo! ¿Cuándo puedo decirle a mi amiga que lo visite en la empresa?.
—Mañana puedes decirle que vaya, la estaré esperando en cualquier hora del día— Respondió con amabilidad.
Abby no responde, solo sonríe, finalmente había logrado algo bueno para su amiga.
Abby se dirige hacia el baño, Mientras intenta quitarse el vestido, este se traba con el zíper, por más que lo intenta no puede solu
