VIENDO MÍ FUTURO

1009 Words
354 S Spring St Los Ángeles, CA 90013 No podía dejar de maldecir, mientras caminaba por la acera de las calles oscuras de los ángeles y el viento soplaba sobre mi cara, dando a entender que estaba igual o más enojado que yo, en este día. - No puedo creer como me convenciste de esto, Tatty - Le recriminaba a Fátima, mi mejor amiga, si es que se puede decir así después de esto. - Mara, mi idea fue grandiosa - Dijo algo burlona, mientras me miraba de reojo y después volteaba hacia enfrente mirando por dónde caminaba, jugando en no pisar las líneas de la acera. Volteé los ojos por su infantil juego, transportándome a mi niñez con mi madre, tuve un momento de nostalgia antes de negar con la cabeza borrando esos recuerdo. - Para ti, no para mí; y sabes muy bien que yo no creo en psíquicos ni nada de esas tonterías - Comencé a decir con enojo. -¿Por qué? - Preguntó con curiosidad - Si tu futuro es grandioso, conocer a un hombre guapo con el que tendrás una familia no me parece una tontería - Soltó un suspiro diciendo lo último. - Para ti, pero yo lo que no quiero es tener una relación formal - Me quedé por un momento pensando en lo que quería para mí en el futuro - Yo quiero seguir viviendo la vida salvaje que he tenido hasta ahora. - ¡Por dios, amiga! - Soltó un gritó ahogado por mi confesión - Tú nunca cambiarás verdad. Negué mirándola para después soltar con una carcajada. - Tatty, no seas puta de closet - Alce una mano para después tomarla del brazo acercándola a mí y pasar mi hombro sobre ella, para poder susurrarle - Que mujer no le gustaría tener sexo salvaje en su vida - Ella se quedó por un momento callada para después detener su andar, obligándome hacerlo con ella. - bueno... - Dudó por un momento - Eso sí, pero que tal si conoces al hombre que predijo madame Zuse, no crees que te enamorarías de él. Cansada por sus tonterías del futuro y el amor, comencé a caminar nuevamente hacia el edificio que nos daba la bienvenida frente a nosotras, iluminando la entrada y una gran parte de la calle. - Tatty, esas tonterías de futuro no existen al igual que el amor, solo lo que quiere esa gente es sacarte dinero - Dije mientras entrábamos al edificio, donde vive mi amiga y técnicamente vivo con ella, esa güera enamoradiza de cabello rubio y ojos azules, que está a mi lado, pero solo por un tiempo, ya que pienso irme de viaje nuevamente, a mí me gusta viajar, ser libre, sin ningún compromiso y ¿cómo pago mis lujosos viajes?, pues mi padre tiene una cadena de restaurantes muy prestigiosos, y adivinen quien es la hija consentida de papá; nada más y nada menos que yo. Al pensar en mi padre, solo hizo que no me diera cuenta cuando subimos al elevador y bajamos de este, hasta que estuvimos enfrente de la puerta del apartamento, ¿Cómo estará?, Ya tenía días que no se comunicaba conmigo, tal vez sus negocios lo tenían algo ocupado, la voz de tatty me hizo alejarme de mis pensamientos. - Allá tu Mara, pero a mí si me gustaría conocer al hombre de mi vida - Dejo salir un suspiro a lo que yo solo atiné a voltear los ojos mientras abría la puerta con mis llaves. Dejando atrás a Tatty, me dirigí a la cocina y agarre un vaso para servirme algo de agua, mientras ella se sentaba en el sillón de la sala. - ¿Dónde viajarás?, A que parte del mundo conocerás ahora - Me preguntó algo curiosa - Ya que terminamos la universidad completamente. Suspire de alivio cuando escuche la palabra terminamos y universidad, hace solo cuatro meses que la habíamos terminado, y como regalo mi padre me había dado un magnífico viaje por todo el mundo que todavía no terminaba. Le agradecía a mi padre con todo el corazón, estudiar administración de empresas era algo que me apasionaba y que me cansaba al mismo tiempo, pero también algo que me beneficiaba en los múltiples negocios de mi padre. - Adivina - Dije acercándome a ella con una sonrisa. - Mmm... - Se puso un dedo al lado de su boca en pose de pensadora - Las vegas, Australia, México, Japón o París. - No... - Contesté mientras me dirigía hacia los grandes ventanales del departamento - Quiero conocer Grecia, mañana temprano me voy - Solté un suspiro - Te imaginas que conozca a un chico guapo y caliente ahí - Mordí mi labio inferior pensando en que mañana por la tarde ya estaría en Grecia. - ¡Ay, por dios, amiga! - Gritó mientras se reía de mis palabras - Tú no cambias, ¿por qué siempre piensas en sexo? - Me preguntó con la voz algo amortiguada por la risa. - Quien en este mundo no piensa en eso - Dije con obviedad y sonriendo. Vi que tenía planeado responderme, pero el sonido de mi celular la interrumpió, con una seña le dije que me esperara mientras lo sacaba de mi bolsillo. - Hola - Contesté, pero no estaba lista a lo que me dirían al otro lado de la línea y como sería mi cara de la impresión, ya que Tatty me miraba preocupada - No puede ser - Susurré dejándome caer de rodillas al piso, tirando el celular a un costado de mí, Tatty rápidamente vino corriendo a mi lado. - ¿Qué pasa Mara? - Preguntó preocupada, al ver que no le respondía tomo el celular del suelo para hablar con la persona que me había destrozado la vida. Mientras Tatty hablaba solo podía escuchar ida mente la palabra hospital, corazón y choque. No pude contenerme más y comencé a sollozar como un bebé, ella no tardo en envolverme en sus brazos mientras susurraba que todo estaría bien.
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