¿CÓMO SIGUE MI PADRE?

1733 Words
Me encuentro en un hospital privando de alguna parte de Londres. La llamada que recibí fue de Cecilia la asistente de mi padre, para decirme que él estaba internado en el hospital Harley Street Clinic London, esa misma noche no lo pensé dos veces y tome un vuelo privado hacia Londres, Inglaterra junto con Tatty para estar al lado de la persona más importante de mi vida. - Mara... El llamado de Tatty hizo que la volteara a ver y saliera de mis pensamientos. - Él estará bien, Mara... tu padre es fuerte - Dijo mientras tomaba una de mis manos y la apretaba como un símbolo de apoyo. Me le quede mirando y con mis ojos lagrimosos le respondí tratando de que no se me quebrara la voz. - Yo sé que es fuerte Tatty... Pero un infarto no es cualquiera cosa... Él... - Hice una pequeña pausa tomando aire - Él no me puede dejar, si mi madre me hace falta aún teniendo veintitrés años... Yo no sé que haría sin... mi padre - Acurruqué mi cabeza en el hombro de Tatty y comencé a llorar, jamás había llorado en mi vida como lo hacía en este momento, solamente cuando mi madre nos dejó a mi padre y a mí hace años atrás. En estos momentos a mi padre lo tienen en el quirófano tratando de salvarle la vida... Solo pensar en eso me dolía aún más, el pensar que él me pudiera dejar. Mientras Tatty y yo esperamos en la lujosa sala de espera del hospital a que lo pasaran a una habitación. Ya habían pasado tres largas horas sin saber nada de él, pero por el pasillo pude distinguir a Malcom, el doctor de mi padre que me explico toda la situación en cuanto llegue y el formato de aceptación para la operación, ese papel solo hizo que sintiera más fuerte el peso de la responsabilidad en la salud de mi padre. - Señorita González - Dijo acercándose hacia nosotras. Me levanté en seguida al igual que Tatty, mirando su uniforme lleno de sangre, no pude evitar pensar que esa sangre era de mi padre y hacerme un montón de preguntas ¿cómo estaría?, ¿saldría bien?, ¿qué paso adentró del quirófano? - ¿Cómo sigue mi padre? - Pregunté apresuradamente alcanzando al doctor, atropellado a Tatty en el camino que casi cae al sillón si no se agarra bien. - Pudimos establecer al señor González, - Informó el doctor deteniéndose enfrente de mí - Le tuvimos que hacer una cirugía de emergencia para poder destapar un vaso sanguíneo del corazón. Solté un suspiro que no sabía que estaba reteniendo. Podía sentir como de nuevo mi corazón retumbaba en mi pecho, mi mundo casi se cae a mis pies, pero volvía a estar estable nuevamente. - ¿Lo puedo ver? - Pregunté esperanzada, no lo había visto ni me había llamado desde que vino a Londres por un asunto que lo tenía preocupado desde el mes pasado, algo que me comentó rápidamente Cecilia, pero quería asegurarme con mis propios ojos que él estuviera bien de verdad. - Claro, ya lo pasamos a la habitación - Giro mirando a su lado y detuvo a una enfermera que pasaba por su lado - Lira, podrías llevar a las señoritas a la habitación 307. La enfermera se detuvo por un momento mirando al doctor para después pasar su vista hacia nosotras y sonreír genuinamente - Por supuesto, sigan me las llevaré hasta ahí - Nos dijo amablemente mientras se giraba y subía a unos de los elevadores de la derecha. Tatty y yo seguimos a la enfermera hasta el quinto piso, habitación de número 307. Para detenernos enfrente de ella. - Pueden pasar las dos, pero solo una tendrá que pasar la noche con él, puede que en este momento este dormido; así que decidan quien se quedara - Nos advirtió la enfermera antes darnos una sonrisa y retirarse de ahí. Cuando pasamos pude ver a mi padre dormido por la anestesia, suspire y sonreí, quitándome un peso de encima, ver a mi padre me tranquilizó bastante. - Señorita González - Dijo una voz detrás de mí, volteé y pude encontrar al doctor Malcom nuevamente cambiado con una bata blanca, ya no traía la bata quirúrgica con sangre que tenia cuando salió del quirófano - Su padre ya no puede llevar su vida como la llevaba antes ni se puede exaltar, es muy importante para su salud que de ahora en adelante se cuide y lleve una vida saludable. Cuando dijo eso volteé a ver a mi padre, ¿cómo le diré que ya no puede estar viajando a cada rato por sus negocios?, él ama su trabajo, ama los viajes, ama estar por acá y por allá. Él de alguna forma es como yo, jamás le ha gustado estar en un solo lugar o bueno eso era antes que mi madre muriera, siempre recordaba las fechas especiales con mucho amor, navidad, cumpleaños, aniversario, etc. En donde mi padre cancelaba todo y apagaba su celular para estar con nosotras o como se apresuraba a terminar un negocio para volver más temprano a la casa, aunque cuando cumplo años hace lo imposible para estar conmigo no era lo mismo como hace años en los que vivía mi madre. - Si, doctor - Susurré - Yo haré que cumpla con sus indicaciones - Continúe mirando nuevamente al doctor ganándome de él un asentimiento para después retirase de la habitación dejándonos solas con mi padre - ¿Por qué no regresas al hotel?, yo me quedaré con mi padre, tu vez a descansar un rato - Dije esta vez mirando a la rubia que se encontraba a mi lado. - Está bien, Mara - Respondió frotando mi espalda con suavidad dándome ánimos - Te veo mañana amiga. Después de que tatty se fueran, yo me senté en una silla al lado de la cama y agarre la mano de mi padre. - Perdóname por no ayudarte en tus negocios papá - Susurré dolida en español, viéndolo en ese estado, su rostro tenía un hematoma un tanto grande al lado de su ojo izquierdo y unos cuantos cortes - Por ser tan caprichosa, desconsiderada y mala hija - No pude hablar más por el nudo que se había formado en mi garganta para darle paso a mis lágrimas - Papá de ahora en adelante no estarás solo - Las lágrimas corrían por mis mejillas haciendo que la cara de mi padre se viera un poco borrosa - Yo te ayudaré, te lo juro. Y sin decir nada más, me acurruqué a su lado como cuando era pequeña y tenía miedo de que un monstruo saliera de bajo de mi cama para comerme, solo que ahora era el miedo de perderlo a él y no verlo nunca más. Al día siguiente me desperté sintiendo unas suaves caricias en mi cabeza, levante mi mirada algo desenfocada aún, para darme cuenta de qué el que me estaba acariciando era mi padre. - ¡Papá! - Grité emocionada aventándome a sus brazos, tratando de no lastimarlo a la vez. - Mi hermosa, Mara - Me recibió a gusto entre sus brazos. - Papá, gracias por no dejarme - Le dije empezando a llorar mientras lo sostenía más fuerte entre mis brazos no queriendo soltarlo nunca. -Ni la propia muerte podrá separarme de ti - Susurro con dificultad, Pero sin dejar de soltarme mientras me daba un beso en la cabeza. - Hablando de eso - Me separé de él un poco para poderle ver a la cara - Papá, ya no puede llevar la vida que tienes hasta ahora - Hice una pausa para observar su expresión - Yo pienso ayudarte de ahora en adelante, te lo prometo - Levante mi mano haciendo una señal de boy scout intentando darle un toque de diversión al asunto. Él se quedó serio mientras procesaba lo que le acababa de decir. - No - Dijo simplemente mientras me veía seriamente - No, yo soy tu padre y lo que hace un padre es darle todo a sus hijos, jamás dejaría que tú trabajaras, mi pequeñita trabajando frente a mis ojos, eso jamás sucederá. - Ya no soy una niña, papá - Susurré - En algún momento tendré que hacerme cargo de los negocios - Pare cuando soltó un ruidoso suspiro - Papá... es más para que no estés tan preocupado, comenzaré a ver nuestros negocios aquí, esta noche veré s*x Pop y mañana iré a Delicious Feast. Mi padre me miraba algo preocupado. - Sé que lo puedes hacer cariño pero... ¿Estás segura?, No quiero que trabajes, siempre te he dado todo. - Ya lo sé, pero estoy segura, papá... Hoy en la noche iré a ver como va todo con s*x Pop, es un lugar nuevo y necesito ver que todo por ese lugar vaya bien. - Está bien - Alzo sus manos al aire para después dejarlas caer ruidosamente sobre la cama - Sé que no te haré cambiar de opinión en eso eres igual a tu madre. Alzo su mano hacia mi mejilla y la acaricio - Solo que si no puedes déjamelo saber, pequeña - Yo asentí y lo volví abrazar mientras nos reíamos los dos, nos separamos por un momento cuando escuchamos que la puerta se habría. - Perdón no quise interrumpir - Se disculpó rápidamente Tatty haciendo que nos volteáramos a ver mi padre y yo nuevamente y comenzáramos a reír. - Por supuesto que no interrumpes Fátima - Dijo amablemente mi papá - Porque no vienés aquí y te unes al abrazo. - Si, Tatty únetenos - Continúe mirándola, por un momento dudo, pero después mostró una sonrisa mientras corría hacia nosotros y nos envolvíamos en un abrazo, mi padre sabía que Tatty era muy importante para mí e igualmente él la veía como una hija más. La mañana y la tarde paso demasiado rápido entre risas, recuerdos y bromas. Cuando me di cuenta ya había llegado la noche y con ella la responsabilidad de ayudar a mi padre, con un beso en su frente me despedí de él, dejándolo con la enfermera que nos había llevado a Tatty y a mí a la habitación y si mal no recuerdo se llama Lira, mientras nosotras íbamos al hotel y de ahí hacia s*x Pop.

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