Capitulo 1.

1477 Words
Todo había empezado con un inocente beso bajo un muérdago. ¿Quién diría que dicho beso causaría tanta confusión niña de tan solo 11 años de edad?. Maddie sintió una y mil cosas en su estomago, las tan famosas mariposas en él estómago. más bien se sentía como si tuviese muchas hormigas dentro ya qué estas no dejaban de moverse por todos lados. Sus mejillas se tornaron de un rojo intenso, Maddie no sabía cómo reaccionar a parte de quedarse quieta. ¿Qué más podía hacer? era un inocente beso. además no quería rechazar a Dylan aún que después de todo y muy en el fondo le estaba gustando dicho beso. -Feliz navidad Maddie.-sonrío Dylan. apunto con su dedo hacia arriba donde estaba un muérdago. escucho decir a sus padres que cada que alguien estuviera debajo de un muérdago debían de besarse y eso hizo. no estaba mal por qué eso hacían sus padres.-¡Ahora vamos por los regalos!-Dylan arrastro a una sonrojada y sorprendida Maddie.- Lo que no sabían es qué algo crecía dentro de ellos. en la adolescencia quizás aprenderían sobre esas cosas. (...) Así fueron pasando los años hasta qué llegaron a los 16 años. Maddie había descubierto el significado de gustar. le había preguntado a su madre quién chillo y se emocionó por que su niña gustaba de alguien. por otro lado a su padre no le gusto nada pero eso ya era otra historia. Maddie junto a Dylan había cambiado tanto física como mentalmente. Dylan dio un gran estirón, era alto, guapo y ya había tenido muchas conquistas con la edad que tenia. Y como no si su padre era uno de los mejores mujeriegos de la historia. Maddie se quedaba estática al ver a Dylan, pero luego recordaba que se conocían desde siempre y actuaba como qué si nada pasaba. Dylan se fue dando cuenta de los cambios en Maddie, su cuerpo cambiaba y la belleza heredada por su madre le sentaba mas que bien, un hermoso cabello n***o y unos grandes ojos azules eran el sueño de cualquiera. Pero Dylan no era cualquiera, era no más que el amigo de la infancia de Maddie casi su hermano. Dylan desconocía los sentimientos que tenía Maddie hacia él. Por el momento a éste solo le interesaba cuantas chicas llegarían a su cama pero con la diferencia de ser el típico mujeriego este fue nombrando como "el príncipe de una sola noche." El día parecía ser uno mas en la vida del par de adolescentes, ambos bromeaban mientras que sus amigos compraban unos aperitivos. Se quedaron solos charlando hasta qué Maddie se sintió terriblemente ofendida. -La adolescencia te sentó bien, mira que antes eras lo opuesto ahora.-Río Dylan. siempre con la delicadeza de un martillo.- -¿Que éstas queriendo decir?-Maddie se cruzo de brazos.- -Quiero decir qué antes no eras nada bonita.-Dylan levanto una ceja.- -¿Ósea qué solo te importa la apariencia física maldito superficial?-Gruño Maddie. Dylan empezó a reír, Maddie era la cosa mas adorable cuando se enojaba.- -Pues sí, por eso lo digo la adolescencia te sienta bien.-Afirmo.- -¡Lo esta diciendo él que es un mujeriego! ¿no te basta con romperles el corazón a esas pobres chicas?-Bravo Maddie.- -Oye tranquila. yo no las llamo ¿bien? si quieren estar conmigo yo no seré quién se los impida. de todos modos conocen la regla solo una noche.-Dijo obvio.- -Eres un idiota.-Maddie miro hacia otro lado.- Sentía pena por todas aquellas chicas a las cuales el idiota de Dylan les había roto el corazón. -Vamos Maddie no te enojes, solo bromeo. sabes qué siempre haz sido linda.-El corazón de Maddie dio un gran palpito. ¡estúpidos sentimientos!, se grito por dentro.- -Cállate.-Siseo molesta. no le había gustado para nada lo qué había dicho antes.-me agradabas mas cuando no eras un mujeriego.-dijo.- Dylan se ofendió. pero ¿Qué esperaban? solo eran unos adolescentes hormonales en el caso de Dylan era así. -No me importa lo que piensen, así me quedare no cambiare por ninguna chica. menos por alguien como tú.-Eso fue pasarse de la línea.- -¿Sa...sabe qué Dylan Collins? ¡eres un idiota, no quiero ser amiga de alguien tan idiota y...y mujeriego!-Chillo molesta. Maddie quería ignorar el echo de querer llorar.- -¡Pues ya no me interesa ser amigo tuyo, solo eres una mocosa te mueres por estar conmigo!-Dylan sentía su orgullo de macho herido.- -¡Antes muerta, prefiero extirparme los pechos antes de meterme con alguien como tú!-Maddie se había levantado del sillón.- -¿Cuales pechos?-Se burlo Dylan. Maddie se sonrojo luego se dio vuelta indignada.- -¡Me largo de aquí! -¡Bien! -¡Pues bien! -¡Yo sé que bien! -¡Ya me voy! -¡Te vas por la sombra! -¡Gracias! -¡De nada!-grito al ultimo Dylan. por otra parte Maddie en cada paso daba pisotones al piso, como si este tuviera la culpa.- Maddie llego a su casa gritando y azotando la puerta rompiendo el momento romántico de sus padres. quiénes miraron interrogantes a su hija, si criar a una niña en si no era fácil, tener una adolescente en casa lo era menos. -Hija por dios, ¿Qué paso?-Alba se acerco a su hija quien estaba roja de ira.- -¡Si en algún momento me enamoro enciérrenme en un manicomio y sáquenme cuando se me pase, el amor es una mierda!-Grito enojada.- -Por mi esta bien.-dijo Rick. Alba levanto la ceja y regaño con la mirada a su esposo.-¿Qué?-se encogió de hombros.-Ya escuchaste a la niña, no quiere enamorarse.- -¿Todo esta bien cielo?-Maddie negó con la cabeza.-Vamos sube a tu habitación, luego platicaremos.-Asintió y subió corriendo a su habitación.- El amor no era para ella. no podía estar enamorada de alguien como Dylan, no en esta vida ni en la siguiente. debía olvidarle a como diera de lugar. Pero si bien existe el famoso dicho en el corazón no se manda... (...)  La vida si que daba giros impresionantes. Con el paso de los años Dylan y Maddie eran como él agua y el fuego. no eran compatibles pero siempre existía la manera de atraerse uno al otro. Lograron arreglar los problemas pero algunos seguían presentes. como que a Maddie le disgustaba que Dylan fuese un mujeriego y esas cosas. A Dylan qué otros chicos siempre estén queriendo ligar con Maddie. cuando veía eso se las arreglaba para intimidar a dichos chicos. con la escusa de que "es como mi hermana, te vuelves a acercar a ella y estas muerto". Era la misma historia desde que había entrado a la universidad, solo bromeaban y compartían tiempo juntos como los buenos amigos que eran. Hasta ese momento... Las manos de Dylan fueron solas al rostro de Maddie, quería intensificar aquél beso. a comparación del que le dio cuando eran unos niños él quería más. Quería sentir la dulce y pálida piel de Maddie, quería dejar marcas para que los demás chicos tuvieran en claro que ella ya pertenecía a alguien mas. Por otro lado Maddie no podía sentirse mas feliz con lo que sucedía. Quería seguir besando a Dylan pero la falta de aire se hizo presente y casi a la fuerza tuvieron que separarse. -Oh por dios...-Susurro Maddie. Dylan ya en si tenia un no muy pequeño problema en los pantalones. ¡se había excitado con solo besarle! eso no podía ser posible ¿verdad?.- -Besas mejor de lo que pensé pequeña...-El cuerpo de Maddie tembló gracias a esa voz grave y sensual.-Lo mejor será que me vaya...tengo...tengo que practicar boxeo...-Maddie asintió aún anonadada.- -Claro...muchas gracias por todo Dylan.-Este sonrió.- -Nos veremos en otra ocasión.-Maddie asintió. pero no se esperaba que la despedida de Dylan fuese un pequeño beso en los labios. haciéndola sonrojar completamente.- Dylan quería ser el único que hiciera que Maddie se sonrojara. quería ser él que causara sus sonrisas. Pero era difícil dejar atrás la vida que ya tenía. No sabia si Maddie sentía algo por él y de ser así tenía que ser imposible ya que el solo quería tener a muchas chicas en su cama. Pero sabia que Maddie le hacía sentir cosas extrañas. Esa cosa que hace que las personas cometan locuras, esa cosa tenía el peor de los nombres El amor... Viernes 2 de abril. Querido diario: ¿ya te había contado sobre los sentimientos que tenía por Dylan Collins verdad?, creo que luego de esta noche será aún mas difícil disimular mis sentimientos... Maddie termino de escribir en su diario. mordió su labio y suspiro varias beses, sus dedos se mandaron solos hasta sus labios los cuales era importante mencionar estaban rojos. Un color que había provocado una persona especial. Ese alguien era Dylan...
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD