Capitulo 3

1433 Words
Habían pasado dos meses desde el inicio de clases, mi padre no volvió a llamar desde ese día, a pesar de ello y según nuestra última conversación, debía visitar la empresa, así que un viernes después de clases, me decidí acabar con ese asunto y fui al trabajo de mi padre.   De la Universidad al imperio de mi padre hay un recorrido de al menos dos horas en auto particular, por supuesto el tráfico de la ciudad es el principal causante del exagerado tiempo en realizar ese recorrido, por lo tanto y no teniendo más opción, opte por tomar el transporte público de la ciudad, no era el más cómodo, ni el más seguro y mucho menos olía a rosas, pero sí el más rápido por tener vía exclusiva, al cabo de una hora estuve en el lugar solo para saber que el demonio se fue en un viaje de negocios y no estaba para recibirme, a pesar de hacerle saber sobre mis intenciones de ir ese día.   _ Aaagg no puede ser, todo ese viaje para nada. Murmure.   Sin más que hacer allí, empecé a escribir un mensaje para dejarlo con la secretaria de mi padre y que se lo diese cuando él llegara, pero antes de que la hoja pueda ser tomada por la chica una mano la agarro sin previo aviso.   _ Pero ¡¿Qué carajo?!   _ ¡Hey! No pensabas marcharte ya o sí.   _ Eso es justamente lo que estaba a punto de hacer, pero supongo que eso no será posible.   _ ¿Ibas a irte sin saludarme? Que mala amiga, hiciste que mi gran corazón se partiera en dos. El tono exagerado de Matt me hizo reír de momento, la joven espectadora no tenía idea de lo que estaba pasando ahí, como tampoco tenía idea de quien era yo, pero dejo bastante claro que estaba llena de curiosidad.   _ Oye… ¿Le diste el mensaje a mi padre?   _ Por supuesto, pero con gran tristeza tuvo que dar prioridad al viaje. Lo siento Eri.   _ No hay problema, bueno ahora que ya te saludé, mi trabajo aquí está hecho. Nos vem…   No pude terminar de hablar, la misma mano grande que intercepto la nota sostuvo con fuerza mi brazo, antes de que me diera cuenta, estaba cargando un montón de carpetas y escuchando instrucciones rápidas y precisas por parte de Matt.   Todo paso muy rápido, aun así, no tuve problema para captar y retener la información, después de todo mi papel era el de una mera asistente.   _ Bien, eso es todo. ¿Alguna pregunta? La mano de Matt sostenía la manilla de la puerta con firmeza y sin esperar mi respuesta abrió de inmediato la puerta, dándome paso para entrar en la sala de reuniones.   Contuve el aliento por un breve momento, las voces de los asistentes se silenciaron en cuanto saludé, no perdí tiempo y comencé a entregar las carpetas, tras ello Matt se puso al frente para presidir la junta y las miradas interrogativas y confusas que me dedicaban se perdieron en los documentos entregados.   La junta no duro más de 30 minutos, todos y cada uno de los colaboradores conocían con exactitud sus roles a desempeñar y lo hacían con perfección, pude notar que todos estaban a la altura del rey demonio y es gracias a ellos que dejo de ser una simple empresa y paso a ser una corporación. Me fue gratificante saber, que ellos están cien por ciento comprometidos con su trabajo.   El resto de la tarde pase en la oficina de Matt realizando el informe de la junta y uno que otro papeleo, incluso hice de mensajera, cuando vi mi celular ya casi era el fin de la jornada laboral.   _ Ya casi es hora. ¿Se te apetece comer sushi?   _ No Matt, no me gusta el sushi y lo sabes bien.   _ Jajaja lo sé, solo te estaba molestando, pero ya que has trabajado muy duro te mereces una recompensa.   _ Pues en ese caso quiero comer Alitas BBQ. Respondí con un tono infantil   _ De acuerdo, agarra tus cosas y espérame un momento.   Tal y como me indico recogí mis cosas y me apresure al estacionamiento, no falto mucho para que Matt llegue al auto.   En unos minutos estuvimos en un sencillo restaurant cerca de la oficina, la comida allí es deliciosa y con precios bastante convenientes, además, preparan unos exquisitos cocteles y el ambiente es bastante agradable, visitábamos con frecuencia el lugar. Después de casi dos horas de una variada charla y degustación decidimos que era hora de irse a casa. Cuando estábamos a punto de pagar la cuenta, el teléfono de Matt sonó, la llamada parecía ser importante así que no dude en pagar la cuenta y permitir que él atendiera su llamada, la misma que tenía pinta de durar bastante tiempo.   Con algo de reticencia me acerque a él para hacerle saber que ya pague la cuenta y que iría al auto, pude escuchar que del otro lado del teléfono estaba un hombre, sentí un gran alivio puesto que no iba a interrumpir una conversación personal que podría estar teniendo con alguna de las chicas con las que solía salir de vez en cuando. Levante la factura hasta su rostro y después saqué las llaves del BMW del bolsillo izquierdo de su chaqueta, salí sin decir nada.   En el exterior, las calles estaban congestionadas, el clima era bastante fresco, el cielo nocturno completamente despejado dejaba ver su intrigante paisaje, que, combinado con la brisa, me daba una sensación de relajación que duro muy poco, la suave brisa se convirtió en una ráfaga de viento que no dudo en azotar mi rostro, para mi mala suerte el viento llevaba consigo un montón de tierra, basura y quien sabe que otras cosas. Termine con una molestia en mi ojo derecho.   Apresuré mis pasos hasta el coche blanco y en cuanto cerré la puerta del copiloto empecé a hurgar desesperadamente en el interior de mi bolso en busca de un colirio, no tuve éxito y no me quedo de otra que refregar cuidadosamente el párpado con mis dedos, pero la molestia permanecía.   Pasaron algunos minutos hasta que Matt entro al auto y no tardó en darse cuenta que algo ocurría.   _ ¿Qué te pasa? Pregunto suavemente.   _ Algo entro en mi ojo. Respondí en seguida.   _ Déjame ver. Estiro su mano hasta llegar a mi rostro y con su dedo pulgar empezó a inspeccionar en todas las direcciones de mi ojo.   _ No encuentro nada. Espera un minuto, no te muevas, voy a prender la luz. En cuanto el interior del auto se iluminó, su rostro estaba tan cerca del mío que hizo acelerar a mi pobre corazón y contuve mi respiración por un instante.   Gire mi rostro hacia la ventana para evitar cualquier contacto visual, podía sentir toda mi cara de un intenso color rojo. _ No te preocupes, creo que ya estoy mejor.   _ Mmm… Ya veo… De todos modos, usa esto. _ Extendió un pequeño frasco de solución antiséptica. Tome de inmediato el frasco y use su contenido, mientras el motor del auto hacía su sonido indicando que ya estaba listo para partir.   La mayoría del camino no hablamos en lo absoluto, la música era muy relajante hasta que me di cuenta de algo.   _ ¿Lo hiciste a propósito?   _ ¿Hacer qué?   _ No darme el colirio desde un inicio.   _ jeje la verdad es que no recordaba que lo tenía. Hace mucho que no uso lentes de contacto y quedo en el olvido.   _ Entiendo. ¿Por qué dejaste de usarlos?   _ No crees que así me veo más maduro y atractivo?   _ No importa lo que uses, siempre te ves bien con lo que sea que te pongas.   _ Lo sé. No es mi culpa ser tan guapo. Mis padres se esforzaron mucho para darme sus mejores genes.   No podía creer lo egocéntrico que era. Pero él no mentía. Sus excelentes genes hacia suspirar a más de una chica y también hizo que me metiera en más de un conflicto en contra de mi voluntad. Recordar esas cosas me hizo reír y sumada la sentencia de Matt se convirtió en una gran carcajada.   _ ¿Qué sucede contigo? Eres demasiado.   Después de eso Matt dijo que dormiría en mi casa, eso era algo muy común, especialmente si era un fin de semana sin trabajo. La cuestión es que este apuesto tipo tenía planes y sí, una vez más me envolvió en sus tontos asuntos.
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