Durante la tarde no hablamos más de otra cosa que no tenga que ver con el incidente, estaba mentalmente cansada y fastidiada, ya ni la advertencia de que no iría por la noche funcionaba. Era bombardeada con un sin número de preguntas, quejas, reclamos y bromas. Solo quería salir de ese lugar, pero. ¿A dónde iría? Esa era mi casa. _ De verdad no puedo creer que no lo hayas reconocido. _ No he visto a tu hermano en casi nueve años. ¿Qué esperabas? _ Bueno, puedo entenderlo, después de todo ustedes perdieron casi todo contacto. _ Exacto Mat, ahora podrías dejar ese tema. Estoy cansada y todavía no me arreglo para la noche. Aún me sigo preguntando si debería ir. _ ¿Qué dices? Tienes que ir, ya no puedes retractarte. _ Pero, Tomás debe estar muy enojado. No es así c