Terminada la luna de miel Dessiré y su esposo comenzaron una nueva vida en la gran casa de él. Ella sigue durmiendo en la habitación donde él la alojó el día de su llegada. - No crees que deberías dormir ya conmigo han pasado tres meses desde que nos casamos- le dijo él mirándola pensativo desde la puerta. - No hay necesidad de que compartamos tu habitación -le sonrió y giró para qué él la viera- ¿Qué tal me veo?- le sonrió coqueta. Ella deseaba que él la amará y no que sólo lo moviera el deseo. Por eso decidió enamorarlo con detalles, pero necesitaba tiempo, y él no la ayudaba mucho, la acosaba por la carnalidad de él. - ¡Estás muy hermosa! -dijo de manera pesimista, la deseaba con locura, y llevaba meses de abstinencia, algo realmente difícil para él - muchos son los que te van