Lorenzo Necesitaba saber hasta qué punto mi presencia en su vida era una necesidad y cuánto de ello simplemente se debía a qué era egoísta, que solamente pensaba en él, porque para mí era lo segundo, había sido egoísta y no le molestaba. — Tu madre lo era todo para mí Lorenzo —sus ojos se cargaron de tristeza —No creas que no, cuando ella se fue y decidió casarse con tu padre, me sentí devastado —miró sus dedos —Porque para mí él no la merecía, se merecía un mejor esposo o no sé, quizás alguien que no pusiera su vida en riesgo —tomó aire —Aunque siendo honesto, estando conmigo también estaría en riesgo, porque es parte de vivir y de las decisiones que tomamos, quizás podríamos echarle la culpa al poder, pero el poder es lo que a ti te dará la libertad de encontrar a los que te arrebata