Horas antes de partir en la expedición, Cirdán solicitó a Liara si los niños disponían de algún tipo de accesorio o joya que pudiera usar para brindarles protección. Para su sorpresa, la rubia negó con la cabeza. Fue entonces cuando Cirdán le dijo a Liara: —Entonces iremos a comprarles algún brazalete, anillo o collar. Necesitarán protección contra hadas, incluso elfos. Yo puedo otorgárselas —dijo el rey Cirdán a Liara, quien de inmediato llevó a todos los niños al bazar, donde escogieron pulseras, anillos y collares. Ninguno de esos accesorios era costoso, la mayoría estaba hecha de cuero, madera o con cuentas de porcelana, pero para los niños eran hermosos e invaluables, ya que nunca habían tenido accesorios. Como siempre, el rey elfo no dio muchos detalles, pero ahora todos los pequeñ