—¡Nos iremos enseguida, Su Majestad! —exclama Celestina acercándose a Liara con entusiasmo. —Todos los utensilios están en los estantes de abajo: las especias en los de arriba, la carne y todo lo demás en este estante, y la estufa se enciende con este candelabro. Como puedes ver, todas las frutas y verduras están en este mesón —explica Celestina, ofreciéndole una rápida guía a Liara para evitar que se desorientara. —Gracias, señora elfa —responde Liara, agradecida. Celestina le sonríe a medias a la joven humana y, con su esposo, deja la cocina tras hacer una reverencia al rey. Ahora, solos el rey y Liara, Cirdán busca un lugar para sentarse en el mesón, sintiendo cierto toque de intriga al estar presenciando algo "fuera de lo común", ya que nunca ha estado en una cocina ni ha observado