—Simplemente sigan mis instrucciones y manténganse en silencio, especialmente tú, Narrow —ordena Ava mientras señala a todos con el dedo. Cirdán suspira y acepta el trato, respondiendo: —Está bien, lo acepto. Mi único deseo es llegar al reino de las hadas, luego veremos cómo nos las arreglamos para sobrevivir allí dentro. Te seguiremos la corriente. Con el plan trazado, Cirdán, Liara, Aramis y Ava se adentran en la entrada hacia el reino de Lumirelia. Sin embargo, mientras van caminando, Ava observa de reojo a Cirdán y sin más le dice: —Si supuestamente eres el rey de los elfos, no sé si tu fama te precede en Lumirelia. Sería mejor que te cubras, solo por si acaso. —Ava le entrega a Cirdán la capa que le dieron a ella para ocultar sus alas en la aldea de Silvania. Cirdán duda que su r