DANTE En este tiempo me puso a pensar en todos los momentos buenos y malos que han trascurrido por mi vida en estos años. Pero ninguno de esos me había dejado tan abatido como la situación que estaba viviendo ahora. El perder a un hijo. La única fuerza que tenía era mi pequeña Fiera, haberla recuperado y tenerla de nuevo a mi lado eso me daba fortaleza, una que creí que perdería en cualquier momento si no la volvería a ver. Ahora solo podía pensar en ella, en lo perfecta que era para mí, que juntos éramos más que perfectos, ya que separados dejaba el infierno, solo ardería más. Ella había llegado a mi infierno a desatarlo mucho más, pero era un placer que desee desde que la mire por primera vez, y ahora era mi completa felicidad, una que nunca consideré conocer. Como dijo Iván, había pe