**Narra Bryony** Me perdí en su boca, en el va y ven de sus besos, en sus manos tan grandes y a la vez delicadas que me sujetaban con la fuerza perfecta, sin embargo cuando estábamos tan decididos la puerta nos sobresalto cuando el timbre sonó sin esperarlo. Ambos nos miramos las caras y no sabía cómo reaccionar, pero yo he soltado las carcajadas, claro que el se veía más frustrado. —Esto parece una broma, una muy mala broma. No les des el gusto, quedemonos aquí. Ignora quien sea que esté afuera. —Me dijo rodeandome con sus brazos hacia él. —Fred, no seas así. —Tú no seas así —levantó las cejas— ¿de qué te ríes? —Pues de nosotros, no tenemos privacidad aquí. Me quería quedar y hacerle caso a Frederick, pero me preocupaba quien pudiese estar fuera frente a la puerta, ya eran las